Chapter 30

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Bloodsport - Raleigh Ritchie.  

Era martes. Querido martes, ese día de la semana en el que te sientes como un maldito lunes pero con menos peso, ya que es martes. Martes, son las ocho de la mañana y en la puerta del instituto empieza a acumularse gente. Martes, segundo día de la semana. Martes, saca algo bueno de esto. Martes, ahí viene Ryan...

- ¡Hey! -dije sonriendo.

- Hola... -dijo mientras bajaba la cabeza.

- ¿Qué te pasa? -pregunté preocupada por él.

- Nada -contestó frío y seco.

- Mmm... Entiendo que intentes copiar la manera de actuar de las chicas y fingir que no ocurre nada, pero no soy estúpida. Vamos Ryan...

Ryan arqueó la cara haciendo una media luna con su perfecta sonrisa.

- No me hagas reír -dijo intentando ocultar su cara bajo el gorro.

- Yo no te hago reír, eres tú - dije riendo.

¡Riiiiiiiiing!

Sonó la campana de clase, dando la orden de entrar todos los estudiantes a sus agradables, entretenidas y confortables clases.

Ryan se interpuso en mi camino, tapándome la puerta y cortándome el paso.

- ¡Ryan! -grité riendo mientras me esforzaba por pasar. Aunque sabía que era inútil, ya que Ryan era metro ochenta, y yo metro sesenta...
Pero, digamos que su altura era una de tantas cosas que me gustaban de él. Las chicas se ríen a veces de nosotros, piensan que hay un tanto desnivel cuando paseamos por las calles.

- ¡Déjame pasar! ¡Vamos! -grité indignada y riendo a la vez.

Entonces, Ryan se dio la vuelta y me besó. 

Y una vez más, como siempre, volvía a sorprenderme y a ponerme el corazón a mil.

- Te quiero -me dijo, mientras me retiraba el pelo de la cara.

- Yo también -sonreí, mirándole a los ojos.

Pude ver al fondo del pasillo a  Ashley, hacía burlas de besos sobre Ryan y yo. Y Christi, pestañeaba muy rápido, mirándome con cara de enamorada, no era normal. De repente la vi, mi rostro cambió completamente. La había visto con él, la había visto con mi hermano...

I'm Already Over You - Matt Simons.

Mientras, a bastantes kilómetros...

- ¿Y dices que ye intimidó? -preguntó Luck interesado.

- ¿Qué? ¡No! Vamos Luck, sé razonable... ¿Cómo va a intimidarme una profesora que viste cada día un "modelito" de todas las épocas?

- Bien, te entiendo, pero ¿Qué has dicho? Repite lo de los "modelitos" -dijo Luck riendo y confundido.

Eddie rió.

- Como lo oyes. Digamos que un día puede traer un vestido azul de flores llamativas junto con unos zapatos rosa de plataforma, pero plataforma estilo años ochenta, y al otro puede sorprenderte con una falda tan ancha como un globo -contestó mientras daba vueltas por la habitación.

- Ajá... -añadió Luck confuso y pensativo-. Menos mal que ya no tengo clase de historia con ella...

- Oye tío, Rachel y tú ¿Qué tal? -preguntó Eddie curioso.

- Es perfecta -contestó Luck mientras se tumbaba en la cama.

- Vaya, vaya...  ¡Tenemos a un Romeo por aquí!

Un simple ya, lo dice todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora