Unconditionally - Katy Perry.
Cuando nos bajamos del autobús. Ryan me cogió de la mano. Y empezamos a callejear. Hasta que entramos en una calle muy pequeña y estrecha, por la cuál yo no había pasado nunca.
No había nadie, era un local muy pequeño, pero a la vez muy encantador. Con un patio interior, se podían ver las estrellas. Había muchas velas por todos lados.
- Sorpresa -me dijo sonriendo cuando llegamos a la mesa.
- Ryan este sitio es precioso -dije mientras lo observaba todo.
- Bueno, no hay nadie, es muy pequeño, pero acogedor -dijo Ryan-. Es de mi tío.
- Vaya, de tu tío... Pues me encanta, tiene un estilo italiano...
- Es un restaurante italiano -me interrumpió mientras se reía.
- Ah, pues mejor, me encanta la comida italiana -dije avergonzada.
<< Mierda Elizabeth >> -pensé.
- Bueno, entonces ¿Preparada para comer la pizza más buena del mundo? -dijo mientras se sentaba.
- Claro que sí -contesté muy feliz.
- Por cierto ¿A qué hora salimos mañana?
- Temprano, sobre las ocho, porque el viaje es un poco largo.
- Vale.
En ese momento, apareció el camarero con la carta.
- ¡Eh, Matteo! ¡Cuánto tiempo! -le dijo Ryan mientras le estrechaba la mano.
- Ryan, me alegro de verte por aquí. Tu tío me avisó que vendrías -dijo sonriendo.
- Matteo, esta es Elizabeth, Elizabeth, Matteo -dijo Ryan, mientras nos presentaba.
- Piacere signorina -dijo Matteo en italiano.
- "Mucho gusto, señorita" acaba de decir -dijo Ryan sonriendo.
- Igualmente -contesté riendo.
- Allora ¿Qué volete de bebida? -nos preguntó mientras sacaba la libreta del bolsillo.
- Yo coca-cola -dijo Ryan.
- Pues yo un té frío, si puede ser -dije un poco tímida.
- Muy bien, adesso vuelvo. Y me decís que queréis de mangiare.
- Vale Matteo -dijo Ryan riéndose.
- Es muy simpático -dije.
- Sí, lo es. Parece mentira que lleve más de diez años viviendo en Londres, y aún mezcle ambos idiomas.
Elizabeth reía.
- Creo que voy a pedir una"quattro formaggi".
- Vale, pero a mí no me beses después -dije riéndome a carcajadas-. Pues yo una "marguerita".
- Mmm muy simple, pero buena elección. Y a lo de besar... Tranquila, traigo mentos -me dijo bromeando y riendo.
Matteo volvió con las bebidas. Estaba listo para apuntar las comandas.
- ¿Avete deciso ya? -nos preguntó.
- Eh, sí. Ella quiera una marguerita, y yo una quattro formaggi.
- Mmm ¡Buona elección! -gritaba mientras se alejaba hacia la cocina.
Los dos reíamos.
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Un simple ya, lo dice todo
Teen FictionLa música, las emociones, las situaciones, los personajes... Siéntete dentro de la historia con cada canción. Elizabeth acaba de cumplir los diecisiete años, ama leer. La lectura es su pasión. Tiene una familia perfecta, un grupo de amigas increíble...