PRÓLOGO

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     La joven de largo cabello negro eleva su mirada para poder apreciar la belleza de la luna, una cristalina lágrima cae de su mentón tras haber recorrido su mejilla. Suspira profundamente. Aprieta con fuerza la empuñadura de su zanpakuto, baja la mirada y observa al joven de cabellera castaña que la mira sonriendo.
—¿Por qué lo hiciste, nii-san?— preguntó ella con las lágrimas aún recorriéndole las mejillas.
—Yo no soy tu nii-san. . . ¡Entiéndelo!— grito él.
     La chica se estremeció.
—¿Acaso crees que te necesito, Kaori?— le preguntó sin mirarla.
—Nii-san. . .
     El pelicastaño blandió su espada sobre su cabeza y bajo rápidamente la afilada hoja, ella detuvo el ataque con su zanpakuto sin hacer fuerza alguna.
—¡Ya detente! ¡No quiero pelear contigo, nii-san!
—¡Maldita sea, Kaori! ¡Tu y yo no somos iguales!
     Ella lo empujo con la katana y el joven cayó al suelo sentado y con los ojos bien abiertos.
— ¡ME LARGO! — le gritó Kaori —¡HAGA LO QUE HAGA NUNCA HE PODIDO HACERTE FELIZ!
     La pelinegra da media vuelta y desaparece con un shunpo entre los árboles del bosque.

***

Narra Kaori.
       Estúpido, estúpido y mil veces estúpido. Es tan arrogante y prepotente. ¡¿Qué fue lo que hice para que me odiaras, onii-chan?! ¡¿Por qué no puedes tratarme como los demás tratan a sus hermanas?!
¡Porque tu no eres mi hermana! — me había dicho.
       Cuando me encontraste dedique mi vida entera a protegerte, ya que tú habías salvado mi vida una vez. Sólo con esa vez me bastó para saber que eras tú a quien yo quería proteger y con quien estar. A tu lado creí que ya nunca estaría sola. . . Pero pasó todo lo contrario: me odiabas. Dijiste que el haber salvado mi vida no era razón para que estuviera con él.
       Es como mi hermano, yo lo amo así, como mi hermano. Pase las últimas tres décadas con él, lo apoye cuando quiso convertirse en shinigami, cuando lo aceptaron en su escuadrón y mantuve mi distancia. Quise curar sus heridas, pero no me lo permitió.
      Estoy corriendo por el bosque con la vista borrosa por las lágrimas, lo amo, no quiero dejarlo, pero al estar con el también me estoy haciendo daño. Una rama me rasga la mejilla, doy un traspié y caigo al suelo de bruces, la cara se me llena de lodo al igual que mi vestido blanco. Exploto en llanto pidiendo a los cielos que me maten. Pero de pronto una voz cálida me llama de entre las sombras.
—¿Estas bien, pequeña?
      Elevo la mirada y trago saliva, un hombre se acerca a mí, su voz es rasposa. Logro colocarme sobre mis rodillas y mirar al que tal vez sea mi verdugo.
      Las lágrimas se derramaran de mi mentón, me limpio cuanto puedo el lodo de la cara y miro al hombre quien está saliendo lentamente de entre las sombras. Lleva un uniforme de shinigami con un haori blanco sobre sus hombros, se acerca a mí y me mira con los ojos entrecerrados. Es calvo, tiene unas abundantes cejas blancas y también una abundante barba blanca bien amarrada. Entre sus manos sujeta un bastón en el que parece apoyarse, no puedo hablar, tengo un nudo en la garganta.
—¿Qué te sucedió?— me pregunta inclinándose lentamente.
      Me sorbo los mocos y me trago el nudo.
—Y-Yo. . .
—¿Estas sola?
      Asiento sin muchas ganas y poniéndome finalmente de pie.
     Coloca su mano sobre mi hombro, doy un ligero respingo.
—¿Cuál es tu nombre?
—Kaori. . . sólo. . . Kaori.
     Bajo la mirada.
—Un gusto, Kaori. Yo soy el Capitán Comandante Yamamoto Genryuusai. También Capitán del primer escuadrón del Gotei 13.
      Hago rápidamente una reverencia, él suelta una risita.
—Es un verdadero. . . h-honor. . . — mascullo tartamudeando.
—Ven conmigo, ya no estarás sola.
      Extiende su mano al frente y vaciló pero al final la tomó.


      "Lo lamento pero ya no puedo seguir haciéndome daño de esta manera. . ." pienso de inmediato ". . . Sosuke."



|Bleach: LA ESPECIE EXTINTA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora