Narra Kaori.
Llegué hasta mi habitación, es imposible que Orihime haya visto a Sayuri, hace años creí que había muerto, ¡¿por qué todo mi pasado está regresando?! ¡Sabía que no debía dejarla viva! Pero fui débil... ya no más. De pronto en cuanto me senté ne el borde de mi cama un enorme y familiar reiatsu me heló la sangre.
—Ichigo— musité —. Llegaste. . .
Camine hasta la sala de reuniones, cada paso que daba mi mente divagaba aún más, si me encontraba con uno de ellos sabría que había que dejarlos vivos, yo solo vigilaba a los Espadas y sus Fracciones. No debía meterme en la batalla pero aun así Sosuke me daba la última palabra. Cuando entre ya todos estaban reunidos, Sosuke me miraba con su habitual sonrisa discreta, todos tenían una taza de té. También estaban Kaname y Gin pero a diferencia de los demás ellos estaban de pie como yo.
—Tan impuntual como siempre, Kaori-chan— masculló Szayel.
—¿Debo recordarte que aún sigo siendo tu superior, Octava?— espete fulminándolo con la mirada —Debes dirigirte a mí con respeto.
De pronto, Grimmjow bufó.
—Y eso va también para usted, señor Jaegerjaquez— dije sin mirarlo.
Me pare junto a Gin mientras tallaba mi sien con el dorso de la mano. Odio esto, ya que en mi idiota seria trabajo extra, ya de por sí era difícil mantenerlos a todos a raya.
—Bien ya que estamos todos, empecemos. Kaname, enciende el proyector— murmuró Sosuke.
La imagen de los tres humanos que me había topado en la Sociedad de Almas apareció en medio de la mesa, suspiré. Ishida Uryuu, Sado Yasutora y Kurosaki Ichigo. Gracias a Dios que Rukia no vino, no hubiera podido enfrentarla cara a cara, no podría verla a los ojos. Grimmjow se inclinó hacía delante al ver al pelinaranja y sus pupilas se encogieron, Sosuke se percató de esto.
—¿Ellos son el enemigo?— dijo Aaroniero.
—Cuando nos llamó para saber de nuestro enemigo tenía curiosidad pero no puedo creer que sean ellos— musitó Barragan.
—¡Son una bola de inútiles!— bramó Szayel —. No me motivan para nada.
—Es mejor que no los subestimen— dije irrumpiendo en la conversación estéril de todos esos ignorantes. Las miradas se posaron sobre mí —. Ya que su exceso de confianza los llevará a la derrota.
Sosuke me mira, intrigado.
—Si alguien es vencido por uno de ellos y sigue con vida... yo, personalmente, me encargaré de asesinarlos. Ya no me tentaré el corazón con nadie— dije firme.
—Creo que estás siendo un poco extrema, Kaori-san—dijo Gin.
—No— me apresuré a contestar —. Sosuke no tiene porque convivir con personas débiles.
Era el centro de atención. De repente Grimmjow se apoyo en la mesa y se levanto, la proyección se detuvo pero antes de que saliera lo tome por el cuello del chaleco que llevaba puesto y lo detuve. Gruño.
—¿A dónde vas, Grimmjow?— le preguntó Tousen.
—¿Qué no es obvio? Hay que exterminar a los insectos antes de que infecten la casa.
Contraje la mandíbula.
—A menos que me este volviendo loca, yo no he escuchado a Sosuke dar ninguna orden así que te pido que vuelva a tu asiento antes de que te perfore la cabeza con mi katana.
—Tranquila, Kaori— me dijo Sosuke y solté al peliazul—. Agradezco tu intención —dijo dirigiéndose a Grimmjow—, pero aún no he terminado de hablar, así que ¿podrías tomar asiento?
Él no le contestó, comencé a impacientarme.
—No escuche tu respuesta, Grimmjow Jaegerjaquez.
Llevé mi mano detrás de mi cabeza y mi katana se hizo presente, todos me miraban sorprendidos, pero justo cuando apreté la empuñadura para sacarla una mano se posó sobre la mía y me detuvo. Sosuke aumentó exponencialmente su reiatsu sometiendo de esta forma al peliazul, solté la empuñadura de mi zanpakuto y esta volvió a desaparecer.
—No importa las veces que la vea cada vez me sorprende más— murmuró Gin.
—Bien. Creo que has entendido— dijo nii-san mirando a Grimmjow, este ya estaba en el suelo —. Ahora mis queridos Espada, como ven no hay que subestimar al enemigo pero tampoco hay que preocuparse. Vuelvan a sus habitaciones y actúen con naturalidad. No sean impacientes, dejen que ellos vengan por nosotros. Y no tengan miedo que mientras estén a mi lado somos invencibles.
No puedo creer hasta donde llega su nivel de manipulación. Grimmjow me miró furioso, le di la espalda y me retire. Esperar, era todo.
Desde que Ichigo llegó a Hueco Mundo notó al raro, como cuando él estaba peleando con Byakuya, esa misma presencia. Frunzo el ceño. Ahora debo concentrarme en vigilar a los inútiles de los Espada, y si es necesario deshacerme de ellos de una vez por todas. Tengo mi zanpakuto desenfunda sobre mi regazo, acaricio los bordes de la hoja. Todo esta tranquilo, me talló la nuca, he estado pensando en lo que le hice a Orihime y no fue muy lindo, creo que debo disculparme y sacarle un poco de información, suspiro y enfundo a Kami Kira.
Salgo de mi habitación mientras me acomodo el borde superior de mis guantes sin dedos, los pasillos son extensos pero al no haber nadie aquí el ambiente no es tan hostil. Llegó hasta su habitación, o más bien dicho celda, y me encuentro con la puerta abierta. Me acercó sin ser discreta en lo más mínimo, veo a Ulquiorra a punto de salir.
—Deberías dejar tu tortura psicológica por un rato, Ulquiorra— digo de pie en el umbral.
—¿Por qué estas aquí?
—No tengo porque darte explicaciones. Como le dije al señor Granz y Jaergerjaquez, yo sigo su superior así que por favor dirígete a mi con respeto.
Ulquiorra me ignoró y salió de la celda. Orihime tembló al verme, yo ya llevaba un nuevo sello en mi cuello, entré a la celda sin dudarlo y me acerqué a ella.
—Kaori-chan- musitó nerviosa.
—Me disculpó si el señor Ciffer dijo algo indebido— dije intentado suavizarme —. A demás también quiero disculparme por lo que te hice, me deje llevar.
Los ojos de ella brillaron.
—No te preocupes ya estoy bien, Kaori-san.
—Sayuri fue una persona que ame demasiado, casi tanto como a una hermana pero me traicionó igual que aquellos que se hicieron llamar mis padres. Por eso ya no tengo su apellido y adopte el del Comandante. Mi anterior nombre era Konoe Kaori, después después cambió a Yamamoto Kaori pero ahora soy Aizen Kaori.
—¿Aizen es tu hermano?
—Algo así. Si algo te preocupa o necesitas algo sólo dímelo— le digo sonriendo —. Quiero enmendar lo que hice.
Colocó una mano en su boca.
—Reten a Kurosaki-kun, Sado-kun, Ishida-kun, Abarai-kun y Kuchiki-san— me pide —. No quiero que nadie salga lastimado.
Sentí como mi semblante se endurecía.
—Te falta esperanza- musité tranquilizándome, ella se exaltó —. Toma la llegada de tus amigos como eso, una esperanza.
Se quedó muda, di media vuelta con un suspiró. No creí que Rukia fuera a venir. "Espero que me perdones, amiga", pensé.
—¿Aizen es tu esperanza verdad?— realmente no esperaba esa pregunta. La mire sobre mi hombro.
—Sosuke lo era todo para mí.
—¿Lo era?
Y salí sin decir más.
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|Bleach: LA ESPECIE EXTINTA|
Fanfiction❝Ella sería capaz de destruir completamente a la Sociedad de Almas tan sólo para mantenerme de buen humor❞. Kaori es el único ser existente de su especie. Aizen Sosuke es su hermano adoptivo y ella haría cualquier cosa para no separarse de su lado...