¿Lista?

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—Buenos días, ¿Puedo ayudarle en algo? —preguntó con curiosidad John al desconocido que se encontraba frente a la puerta del 221B cuando él llegó

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—Buenos días, ¿Puedo ayudarle en algo? —preguntó con curiosidad John al desconocido que se encontraba frente a la puerta del 221B cuando él llegó.

El hombre se giró sorprendido y algo molesto hacía el doctor, quien no entendía el porque de su actitud.

—Estoy buscando a una chica, subió a mi taxi hace un rato pero salió corriendo y no pagó su viaje. Entró huyendo a este lugar —. Respondió el taxista con fastidio.

—¿Esta seguro de ello?

—Si no fuera verdad, no estaría aquí.

El tono con que habló hizo molestar al doctor por su desagradable manera de contestar, sin embargo, sus pensamientos viajaron instantáneamente hasta lo importante de la situación, teniendo como posible opción que Hannah fue quien huyó del taxista.

—¿Cuánto es lo que ella debe? —sacó su billetera del abrigo.

—Tres libras.

—Tenga y quédese con el cambio —le extendió un billete.

El conductor sin decir ni un gracias, subió al taxi y se marchó.

John ignoro el comportamiento del hombre y después abrió la puerta, dirigiéndose hacia el piso de Sherlock al no saber que pasaba exactamente.

—Sherlock, ¿Has visto a Hannah? —preguntó al detective una vez que estuvo dentro, el cuál se encontraba en su sillón, perdido en la nada —. ¿Sherlock?

—No se dónde esté, John. No soy su niñera —. Contestó tajante, pareciendo que no estaba ni un poco interesado en lo que John decía, solo continuaba fijado en el mismo punto sin especificar.

—Bien —suspiró con resignación, mientras caminaba con rumbo al tercer piso.

—¿A dónde vas John?, ¿John? —esta vez si puso atención cuando vio la importancia que John le estaba dando a la situación, más aún cuando el doctor se fue sin importarle lo dicho.

Watson subió las escaleras ignorando por completo a Sherlock y sus insistentes llamados, sabía que no era tiempo para aguantarlo cuando algo estaba ocurriendo con la chica.

—¿Hannah? —tocó la puerta —. ¿Estás ahí? Soy John, ¿podrías abrir?... ¿Hannah?

Esperó varios segundos por una respuesta del otro lado, sin obtener ningúna.

—No creó que quiera hablar con nadie —se escuchó la voz grave de Sherlock detrás de él.

—¿En serio?, no lo había notado —replicó con sarcasmo —. ¡Hannah, por favor abre la puerta!

—Tal vez abra más tarde —interfirió, tratando de sonar indiferente —. Sabes lo extraña que es.

—Si... Bueno, creo que en eso coinciden mucho —lamió levemente sus labios intentando ocultar su comentario sarcástico.

𝐇𝐔𝐌𝐀𝐍 𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑 - shDonde viven las historias. Descúbrelo ahora