Adams.

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No sabía que responder, bueno, en realidad lo que no sabía era que pensar con respecto a dónde me estaba metiendo

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No sabía que responder, bueno, en realidad lo que no sabía era que pensar con respecto a dónde me estaba metiendo.

Me daba un poco de miedo, ¿Qué tal si me descubría? ¿Correría algún peligro?
Era difícil de pensar en decir que sí, no podía llegar de la nada con un empresario y que me brindara toda su confianza así de fácil. Siento que Sherlock no sabe nada sobre tal cosa.

—¿Yo que ganaría con esto?

Pensó unos segundos su respuesta.
—Mi gratitud —. Puso una sonrisa aterradora.

 Puso una sonrisa aterradora

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—No gracias... —me levante del asiento y fui hacía la cocina.

—Sólo te necesitó ahora a ti, este caso es más que importante. Puede ayudarme a salir de... Olvídalo —. Estoy segura que si no conociera aunque sea un poco de él, podría haber caído en su actuación.

—¿Me estas manipulando?

—Si —. Dijo al momento que se ponía el abrigo.

—¿A dónde se supone que vas a estas horas de la noche? —miro el reloj de mi teléfono.

—Sígueme —salió del piso y bajo las escaleras con rapidez.

Corrí por mi sudadera para salir tras de él. Tal vez parecía una loca al seguirlo, pero me hacia sentir de una manera excelente que hace mucho tiempo no sentía, podía percibir esa libertad rodearme.
Al fin estar libre de todos los problemas del pasado, el alejarme de personas que me hacían daño en su totalidad. Descansar de cada una de esas cosas, me hacia tan feliz. Estar fuera y sentir una experiencia que jamás se podría repetir, me hacia respirar tranquila. Este hombre me regresaba una parte de mi vida sin darme nada a la vez.

El hombre del abrigo me esperó afuera, tal parece que sabía perfectamente que lo seguiría.

—¿A dónde vamos? —me acerqué a él.

—¿Te das cuenta que haces muchas preguntas?

—Lo siento —el color subió a mis mejillas al escucharlo.

𝐇𝐔𝐌𝐀𝐍 𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑 - shDonde viven las historias. Descúbrelo ahora