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Al escuchar esas palabras no pude evitar entrar en pánico, sentía tanto miedo en ese instante que no sabía que hacer. ¿Qué era lo que significaba todo esto? Me tenían vigilada y ahora amenazada sin ninguna razón. Brinque del susto cuando tocaron mi brazo para que girará, no logré ver quien lo había hecho, estoy pérdida en un agujero negro de mi mente que no me deja mirar nada más. Siento los movimientos que hacen pero no sirven de nada para mi, todo esta borroso y obscuro, ¿Sera que estoy desmayada o algo peor? No lo creó, más bien pienso que entre de nuevo a mi mundo interno al que jamás quería volver, donde permanecí tanto tiempo cuando estaba pérdida en mi pasado lleno de problemas.
Las imágenes de mi recuperándome de esa recaída vuelven junto con los recuerdos de el día en contaba las horas para poder largarme de Texas y experimentar una nueva vida y fuera de todo aquello que me sofocaba, estaba tan ilusionada de poder librarme de eso... Pero ahora todo esta perdido, vuelvo a caer en ese fondo donde vivía aterrada de que me hicieran daño otra vez, estoy perdida...
«Te dije que no podrías con todo esto Hannah.» -escuché en eco la voz de Hank. «Saliste huyendo de tu país por que te querían torturar, y ahora vienes a Londres para que terminen el juego... Es una lástima... »
- ¡NOOO! -grité con toda la fuerza que me quedaba aún. Volví de golpe a la actualidad, sintiendo ese terrible frío que me recorría el cuerpo.
- Mirame, ¿Que te pasa Hannah? -sostenía mis hombros con fuerza.- ¿Que paso?
Logre fijar mis ojos en los de Sherlock que parecía estar concentrado en mi. Pero no quise demostrarle que me sentía tan miserable en estos momentos, evite su mirada. Si algo quería hacer era irme de aquí y esconderme lejos como acostumbraba cada vez que tenía miedo. Esconderme en mi interior y sólo estar conmigo misma para sufrir en silencio sin que nadie más pudiera juzgarme. Pero desviarme de Sherlock fue un error, me encontré con la mirada de Aaron que parecía estar atento a cada movimiento que hacía...
- Fuiste tu... -dije en un susurró.
- ¿De que hablas? -Sherlock supo que no lo miraba a él cuando me enfoque plenamente en el chico. Si algo admiraba y amaba del detective era que podía adivinar que algo pasaba con sólo observarte. -Mirame, ¿Quien es él?
Sus palabras de algún modo me alteraron más y no pude controlar mis nervios que comenzaron a aumentar.
- Él fue Sherlock -sentía como si la respiración me faltase.- ¡El lo hizo! ¡Él los mató! -grité de nuevo y empuje a Sherlock para que me soltara.- ¡Los mató!
- Calmate Hannah, estas temblando. ¿Qué pasa con él? -Lestrade habló.
- Ese tipo de ahí los mató Sherlock, el me lo dijo, me lo confesó... -un nudo en la garganta apareció después de esto, mis mejillas estaban frías al sentir las lágrimas caer. Otra vez mi cuerpo me traicionaba, me hacia ver débil como siempre.
