Capítulo 24

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Capítulo 24: Dudas

Aviso: No me he podido resistir a poner una pequeña parte de Larry en el capítulo, si no la quereis leer simplemente saltadla.

Piso el freno deteniéndome en el semáforo. Voy tarde, demasiado. Y todo porque "alguien" me dejó encerrada en un cuarto de la limpieza. Y encima me ha tocado pasar el bochorno cuando el conserje nos ha encontrado besándonos.

Definitivamente soy idiota. Se supone que iba a hablar con él por coger la foto de Lottie y he acabado dejando que me bese, ¿es que no escarmiento nunca?

Aunque no puedo negar lo que he sentido con ese beso, ha sido como volver siete años atrás. Su aspecto ha cambiado pero su olor es el mismo, su sabor es el mismo. Lo que ha ocurrido, en vez de aclararme, solo ha servido para acrecentar el lío que tengo en la cabeza. Estoy confundida.

Oigo el claxón del coche de detrás. Se me ha ido el santo al cielo, el semáforo ya está en verde. Continúo conduciento hasta llegar a Holly's, dónde aparco en seguida. Creo que por primera vez en el día la suerte está de mi parte. Me bajo y entro al restaurante.

Veo a Harry distraido apoyado en el pequeño atril de la recepción. Se le ve tan metido en sus pensamientos que ni siquiera se entera de mi llegada. Yo chasqueo mis dedos frente a él.

-Hola, hola, tierra llamando a Harry.

-Eh, ¿qué? -Contesta enderezándose sobresaltado.

-Que estás embobado -digo soltándo una carcajada -¿En quién pensabas?

-¿Yo? En nadie, sólo estaba distraído -responde levemente sonrojado.

Yo le sonrío y me voy a cambiarme. En Holly's tenemos unos pequeños vestuarios para ponernos el uniforme, ya que no está permitido venir con él puesto de casa. Me cambio lo más rápido que puedo ya que el restaurante está bastante lleno. Justo cuando estoy a punto de ponerme el delantal noto como unas manos me lo quitan y me lo atan por detrás.

-Con que llegando tarde, ¿eh? -Dice una voz que no tardo en reconocer apoyando su cabeza en mi hombro.

-Lo siento Mark, esque me he entretenido y...

-No me pongas escusas Kath, vas a tener que compensarme la tardanza -contesta poniéndose delante de mí con una sonrisa -¿qué te parece con la cena que aún me debes?

-Creí habertela pagado ya -respondo divertida.

-No, yo quiero una cena a solas, con velitas y champagne, ¿Qué me dices?

-Me lo pensaré.

Me pongo de puntillas para darle un beso en la mejilla y salgo de allí guiñándole un ojo.

Mark, Zayn, Mark, Zayn. Tengo un gran lío en la cabeza.

Por una parte, Mark es super dulce conmigo. Él siempre me ha apoyado y ayudado cuando lo necesitaba; y además adora a mi pequeña. Me conoce, me entiende y me hace sentir querida y especial.

En cambio, Zayn me dejó sola cuando me quedé embarazada y no le he importado en todos estos años. No puedo evitar que aún queden cenizas del fuego que hubo, pero no sé si algún día seré capaz de perdonarle, me hizo demasiado daño. Aunque nunca podré apartarme de él del todo, al fín y al cabo es el padre de mi hija y ella merece conocerle aunque él no lo haga.

Cojo mi libreta y mi boli y me dispongo a atender las mesas, el restaurante está bastante lleno. Me acerco a una de ellas donde un chico joven está sentado ojeando el menú. Él levanta la cabeza y me me mira sonriente.

-Hola Kath.

-¿Qué pasa Niall?

El rubio es un cliente habitual de Holly's, además de uno de los mejores amigos de Mark. No es muy alto, tiene los ojos azules y habla con un acento irlandés muy gracioso. Además debe de tener un enorme estómago, porque cada vez que viene come como si le fuera la vida en ello.

-Me apetecía venir a comer algo, ¿cuál es el menú del día?

Como siempre, lleno una hoja entera de mi libreta para apuntar todo lo que me pide. Le sonrío y llevo el pedido a la cocina. Mark me mira de reojo mientras habla con unos clientes.

-Está Niall afuera -le digo cuando vuelvo a pasar por su lado con la bandeja en la mano.

La verdad es que no es fácil llevarla con una sola mano sin tirar nada, me acuerdo lo que me costó conseguirlo al principio, aunque es todo cuestión de equilibrio. Mark me sonríe asintiendo y yo sigo con mi tarea yendo de un lado para otro.

Tras un rato le veo charlando con el rubio animádamente. Realmente me pregunto como dos chicos como ellos pueden ser tan amigos. Mark es tan responsable y formal, y Niall tan alocado y divertido... Aún así creo que es una buena combinación. Ellos son la perfecta comprobación de la ley de los polos, los opuestos se atraen.

El día pasa tranquilo en la rutina del restaurante. Mark no para de mirarme y yo siento que algo me carcome por dentro. La vocecilla de mi conciencia me recuerda el beso con Zayn hace tan sólo unas horas y eso me hace sentirme incómoda, si Mark se enterara...

*Si eres anti-larry no leas esta parte*

Cuando el restaurante cierra todos en seguida nos ponemos a recoger y a limpiar para irnos. Yo me pongo a barrer el suelo del comedor cuando veo a un chico al otro lado de la puerta de cristal. Es delgado, con el pelo castaño y no muy alto. Lleva una cazadora vaquera y tiene las manos metidas en los bolsillos mientras mira por el cristal al interior del restaurante.

Me pregunto que querrá, ¿no sabe que a estas horas ya está cerrado? Decido acercarme a preguntar. Abro la puerta principal sintiendo el frío helador de la calle.

-Perdona -el chico se gira a mirarme con unos bonitos ojos celestes -¿necesitas algo? El restaurante ya está carrado.

-No, no, estoy esperando a mi pareja que trabaja aquí -me responde con una sonrisa.

-Si quieres dime quién es y la aviso.

El oji-azul me mira dudoso unos segundos.

-Estoy esperando a... Harry -dice totalmente sonrojado.

Mis ojos se abren de par en par. ¡Con que él es quien tiene distraido al ricitos! Ya decía yo. Sin poder evitarlo miro al chico de arriba a abajo, hay que reconocer que Harry tiene buen gusto. Siempre he sabido que era gay e incluso una vez me atreví a preguntarle, aunque se puso rojo como un tomate y no me quiso contestar.

-Osea que tu eres su novio, ¿eh? -Le digo sin poder evitar soltar una risilla -Pasa si quieres mientras le aviso, te vas a helar aquí fuera.

-Gracias -me contesta el chico devolviéndome la sonrisa.

Yo en seguida me dirijo a la cocina a buscar a Harry, por alguna razón me siento ilusionada por él. Se que lo ha pasado muy mal el último año con la enfermedad de su madre y se merece encontrar a alguien que le haga feliz. Le encuentro fregando las cacerolas.

-Ricitos, ¿sabes qué? -Harry se gira para mirarme y yo le susurro al oído -Tu amorcito está fuera esperándote.

Incluso yo misma me sorprendo de mi actitud de niña pequeña, a veces soy peor que Lottie. El ojiverde se sonroja mirándome.

-Dile que salgo en cinco minutos.

-Voy -estoy a punto de salir de la cocina pero me giro de nuevo hacia él -Por cierto, tienes buen gusto, ¿eh?

Yo le guiño un ojo y Harry me sonríe negando con la cabeza por mi estupidez. No tengo arreglo. Continúo barriendo mientras el chico de los ojos azules espera sentado en una mesa. Tras un rato Harry sale de la cocina, ya vestido con su ropa, y se acerca a su novio.

-Podemos irnos -le dice cogiendo su mano.

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Ejem... Hola. Sí, llevaba siglos sin actualizar esta historia, pero tenía este capítulo escrito y pensé que debía subirlo. Si lees esta historia... Bueno, no sé cuando subiré de nuevo o si lo haré, así que es decisión tuya esperar o no. Gracias por entenderlo xx

-Faty

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⏰ Última actualización: Sep 07, 2015 ⏰

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