Beautiful Mistake

Capitulo 9

MARATÓN 2/3

Capitulo 9: Monstruitos.

Estoy terminando de apuntar las cosas en la pizarra cuando el sonido del timbre me interrumpe. Me giro para verles a todos guardando sus cosas montando alboroto. Doy dos palmadas fuertes para que paren y me miren.

-Todo el mundo en fila india -digo poniéndome en la puerta de la clase.

Espero a que hayan terminado de recoger y voy con ellos hasta afuera para comprobar que todos se van con sus padres. Los niños se van yendo y a quién no veo es al padre de Lottie. La pequeña busca a alguien con los ojos viendo que todos se están yendo ya.

Entonces una chica llega apresurada. Se ve que ha tenido que correr para recoger a su hija a tiempo. Espera... ¿Esa chica no es Audrey Müller? Oh sí, juraría que es ella. Morena, ojos azules, cuerpo de infarto.

Ella me mira por un segundo pero después la pequeña pelirroja corre hacia ella y la abraza.

-Uff, pense que no llegaba -le dice a Lottie -No me di cuenta de la hora.

-No pasa nada -contesta la niña dándole la mano feliz.

Entonces mi paranóica cabeza se pone a pensar, ¿será su hija? Audrey tendrá mas o menos mi edad, es muy joven para que lo sea. Quizás sea la niñera o algo así. Mañana hay una reunión de padres, creo que eso me sacará de dudas.

Vuelvo al interior del colegio y entro en mi aula. Coloco algunas cosas que los niños han dejado desordenadas y cojo mis cosas para irme. Echo un último vistazo a la clase y salgo cerrando con llave. Mientras lo hago oigo detrás mía el sonido de otra cerradura. Me giro para ver de nuevo a la rubia que conocí ayer. Ella también me mira y me sonríe.

-¿Qué tal lo llevas con los "monstruitos"? -Dice parafraseándome.

-Creo que bastante bien -contesto riendo levemente.

-Me alegro, te dije que no sería tan dificil.

-Es verdad, creo que al fín y al cabo no se me dan tan mal los niños.

-¿Tienes hijos? -Pregunta curiosa.

Si... O no. O no lo se. ¿Qué le digo? Apenas la conozco para ponerme a contarle mi vida.

-No, no tengo, ¿tú si?

-Tengo un hijo de dos años -contesta sonriente -él es lo mejor que me ha pasado.

Yo asiento con una sonrisa no muy natural. Realmente me gustaría saber algo de mi hijo. Al menos su nombre... Pero si me arriesgara a presentarme en casa de Alice de nuevo tengo por seguro que llamaría a la policía, ya me ha amenazado con ello varias veces y se que es capaz. Aún así ella es la única pista que tengo.

-¿Cómo se llama?

-Se llama Lucas, es un niño encantador. Y no lo digo porque sea mi hijo.

Ambos sonreímos.

-Bueno, tengo que irme. Nos vemos Caroline -digo saliendo por la puerta principal mientras me despido con la mano.

-Hasta mañana Zayn.

Me monto en el coche, arranco y pongo rumbo a mi casa al ritmo de Inna. He invitado a los chicos a cenar para ver el fútbol y me tocará cocinar. Llego y meto el coche en el garaje. Entro a la casa, me quito la cazadora y subo a mi habitación para ponerme cómodo para cocinar. Con un pantalón de chandal y una camiseta servirá.

Decido hacer unas pizzas, ya que no me apetece ponerme a hacer otra cosa ahora. Cojo las masas y les echo todos los ingredientes para después meterlas al horno. Ya está, ahora sólo hay que esperar a que estén hechas.

Me tiro en el sofá, enciendo la tele y me pongo a ver Padre de Familia, mi serie favorita, mientras me echo unas carcajadas. Entonces oigo el timbre, ya están aquí los chicos. Me levanto para abrirles la puerta.

-Buenas tardes, señor Malik -se burla Alex poniendo voz de niño y llevándose una colleja por parte de Liam -Auch.

-Dejale, no tiene arreglo -me dice el castaño pasando -Umm, huele a pizza.

-Si -digo cerrando la puerta detrás de ellos.

Los tres pasamos al salón y Alex en seguida se tira en el sofá adueñándose del mando de la televisión.

-Hey, hey, no tan deprisa -digo arrebatándoselo de las manos con una pícara sonrisa-¿No tienes nada que contarnos?

-Cierta cita con una morena, por ejemplo -añade Liam alzando las cejas varias veces.

-Que pesaditos -dice Alex con una sonrisa delatadora -Si no pasó nada interesante.

-Ya claro.

-La llevé al cine, luego cenamos y la acompañé a casa, nada más.

Liam y yo reímos a carcajadas, ¿de verdad cree que nos vamos a tragar esa historia? Definitivamente no.