MARATÓN DE NAVIDAD 3/4
Capitulo 19: Créeme
Viernes, por fín, después de la semana tan movidita que he tenido. Quién me diría a mí la semana pasada que conocería a mi hija y me reencontraría con Kathy. Aunque realmente el reencuentro no ha sido como yo me lo esperaba. Si ella me escuchara... podría contarle todo y solucionar las cosas, es lo único que quiero.
Cada vez que miro a Lottie me muero por contarle que yo soy su padre y que la quiero con locura, aunque ella ya tiene al rubio... No puedo evitar morirme de celos por no poder estar en su lugar, realmente daría lo que fuera por ello.
El día en el colegio se pasa rápido y el timbre toca señalando el final de las clases. Todos los niños corren a por sus mochilas y chaquetas para salir, excepto Lottie, la pobre no se apaña mucho con las muletas.
-¿Quieres que te lleve? -Le pregunto con una sonrisa.
Ella asiente levemente dejando las muletas. Yo me agacho de espaldas delante de ella para que se agarre a mi cuello y ella lo hace rodeando mi cintura con sus piernas. Yo la sujeto y me levanto. Salgo con todos los niños afuera mientras cada uno va con sus padres. Veo a Kathy que me mira sorprendida. Suspiro antes de acercarme a ella.
-Espera un segundo que traigo sus cosas -digo dejando a la pequeña en el suelo.
Ella no me contesta. Lottie se agarra a su madre para mantener el equilibrio mientras entro de nuevo a la clase. Cojo su mochila y sus muletas y vuelvo de nuevo con ellas.
-No hacia falta que te molestaras -me dice la pelirroja cogiéndome las cosas.
-¿Querías que la dejara bajar los escalones sola con las muletas para que se caiga de nuevo?
Ella no contesta y coge a la niña para meterla en el coche. Yo me quedo ahí estático viendo como la sienta y le abrocha el cinturon. Después mete la mochila en el maletero.
-¿Te vas a quedar ahí? -Me pregunta alzando una ceja.
-Quiero que hablemos -Contesto firme.
Kathy me observa dudosa por unos segundos. Ella sabe perfectamente lo cabezota que soy y que no voy a dejar de insistir hasta que acceda a hablar conmigo.
-Tienes cinco minutos -me dice apuntándome con el dedo.
-Esta bien -contesto suspirando.
Nos apartamos un poco del coche para que la pequeña no escuche nuestra conversación. A mi me tiemblan las manos, ¿cómo decirselo todo en cinco minutos? Las palabras parecen no querer salir de mi boca.
-Vamos, no tengo todo el día.
-Kathy quiero... Quiero que ella sepa que soy su padre -digo armándome de valor.
-¿Tú estás loco? -Contesta alzando la voz -¿Llevas seis años sin preocuparte por ella y ahora quieres ser su padre? No Zayn, las cosas no funcionan así.
-No tienes ni idea de lo que he pensado en ella en todo este tiempo, ¡fuiste tú la que desapareció del mapa!
Ella niega con la cabeza seria.
-No te creo, tú me dejastes cuando me quedé embarazada. Sólo fuiste un cobarde y no pensaste cómo me sentí yo, ni piensas como me he sentido todos estos años criando a una niña sola.
-¿De verdad crees que no lo pienso? Te he estado buscando muchísimo tiempo pero no tenía ninguna pista, ni siquiera te he encontrado en las redes sociales.
-Trabajo todo el día para dar de comer a mi hija, ¿crees que tengo tiempo de redes sociales? No me vengas con historias Zayn, haberlo pensado en su día.
Tras decir eso se gira sin dejarme continuar hablando y se va hacia el coche de nuevo.
-Kathy escúchame, no es lo que parece, déjame explicártelo -digo siguiéndola y agarrándola del brazo para que me mire.
-¡Suéltame! -Me dice apartándose -Ya he oído todo lo que tenía que oír.
Se monta en el coche y arranca. En un segundo ya se ha ido dejándome ahí parado como un tonto. Yo me golpeo mentalmente, creo que cada vez que intento hablar con ella la cago más y más. Si hubiera un premio al más idiota lo ganaba fijo.
Suspirando me voy hacia mi coche y me monto para conducir hasta mi casa. Lo que más necesito es dormir una buena siesta y descansar para despejarme. Tardo poco en llegar y meto el coche en el garaje. Cuando entro el casa lo primero que hago es ir a la cocina a por algo de comer, me muero de hambre.
No he ido a hacer la compra por lo que tengo la nevera bastante vacía. Creo que me tendré que conformar con un sandwich. Saco el pan de molde y los ingredientes y no tardo ni cinco minutos en prepararlo. Después vuelvo al comedor y me tiro en el sofá quitándome las botas. Enciendo la tele y me como mi sandwich tranquilamente. Está puesto Discovery Channel y hay un documental sobre no se que animal raro, lo miro sin apenas prestarle atención.
Cuando me termino el sandwich me recuesto en el sofá. Poco a poco el cansancio se apodera de mí y mis ojos se van cerrando sin que pueda evitarlo. Estoy apunto de quedarme dormido cuando un sonido me hace levantarme de golpe. El molesto tono de llamada de mi móvil suena insistentemente, creo que mataré a quién sea que esté llamando. Sin ni siquiera mirar quien es descuelgo y me llevo el teléfono a la oreja.
-¿Sí? -digo con voz de dormido.
-¡Zayn! ¿Sabes qué? -Contesta Alex al otro lado con entusiasmo en la voz.
-Se que me has despertado de la siesta -le digo mientras me froto los ojos.
-Oh, lo siento -dice soltándo una pequeña risita -¡Pero esque tengo una noticia genial!
-Mas te vale que lo sea o te colgaré de la lampara por las orejas.
Él ríe de nuevo.
-Bueno ya verás si quieres colgarme cuando te diga que he ganado el concurso de la radio y tengo cuatro entradas para el Chelsea-Arsenal de mañana.
-¿Qué? -Digo pegando un grito -¿Has ganado las entradas?
-Es lo que te acabo de decir -suelta una carcajada -¿Entonces quieres venir al partido o te quedarás en tu casa durmiendo?
-Um, no se, no se. Dormir es tan tentador... -Contesto riendo -Pero creo que podré ir.
-Genial, voy a llamar a Liam para contárselo también, te dejo seguir durmiendo.
-Eso, dale la tabarra a él, hasta luego.
Cuelgo el teléfono y me tiro en el sofá de nuevo, tendré que dormir para estar al cien por cien en el partido de mañana.
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Beautiful Mistake
FanfictionZayn malik es un joven de dieciocho años, a un paso de decidir su futuro. Kathy Benett, es una chica de pueblo enamorada hasta las trancas del moreno. Durante un año y medio de relación todo parece un camino de rosas, pero las cosas se complican el...