Capitulo 23

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Capitulo 23: Chispas

Flashback

Kathy estaba sentada en el sofá con la pequeña Hannah en sus brazos mientras la glotona niña chupaba el biberón sin pausa. Debía tener mucha hambre.

Yo me senté a su lado mirando a la bebé con ternura. Mi novia trabajaba de niñera cuidando a la hija de su vecina cuando esta tenía mucho trabajo, siempre se le dieron muy bien los niños.

-Llévalo a la cocina -dijo dándome el biberón vacío mientras cogía a la niña incorporándola para que eructara.

Yo hice lo que me pidió y después cojí a la pequeña en mis brazos para dormirla.

-¿Te imaginas que algún día tú y yo tenemos una hija así? -Dije con una sonrisa de bobo.

-Sería tan guapa como su padre.

-O como su madre -miré a la bebé que parecía estar pendiente a todo lo que decíamos -¿Y qué nombre le pondrías?

-Si fuera niña, Charlotte, me encanta ese nombre -Kathy sonrió y besó mi mejilla -te quiero.

-Yo más.

Fin del flashback

Por primera vez en mucho tiempo me he despertado con una sonrisa viendo la foto de mi pequeña en la mesilla.

Se que no ha estado bien, se que Kathy me cortará el cuello cuando se entere, pero por ahora es genial tener una imagen de mi niña y que ella sea lo primero que vea cuando abra los ojos.

He estado tanto tiempo pensando en ella... La verdad es que siempre me la imaginé como un chico, moreno, alto, no pensé que sería una pequeña niña de ojos celestes y pelo anaranjado con coletitas. Solo hay que mirarla un para morir de ternura con su carita de ángel, quizás un angelito un poco travieso.

Y además de guapa, lista. En clase siempre es la primera en entenderlo todo y en preguntar un millón y medio de cosas. Según mi madre, yo de niño también era muy curioso aunque, como se suele decir, la curisidad mató al gato; y yo me metí en más de un lío por ello.

Me siento en mi silla y alcanzo el taco de folios que hay en la estantería. Quiero corregir todas las fichas de los niños antes de irme a casa. Cojo mi boli rojo y me pongo a ello concentrado.

Entonces alguien toca la puerta de la clase. Yo levanto mi mirada para encontrarme unas piernas largas cubiertas por un pantalon veige y un jersey largo azul marino en el que destaca un collar dorado. Mis ojos ascienden hasta su cara, su expresión no parece muy amigable, casi parece echar chispas por las orejas.

Ceño fruncido, marcando las arrugas de su frente, labios aprentados y puños cerrados. Sumando esto a su cabello pelirrojo creo que solo le hace falta un casco vikingo para parecer una típica bárbara cabreada de la antigüedad. Río interiormente por mi ocurrencia.

-¿Podemos hablar? -Pregunta con una mirada desfiante.

-¿Te ha enviado mi madre para que me regañes por no recoger la habitación? -Contesto con un punto de humor mientras me levanto de la silla para estar a su altura.

-Mira no me vengas con tus tonterías y tu actitud de crío otra vez. No se ni para que vengo, ya hablaremos cuando madures.

Tras decir esto Kathy sale otra vez pegando un portazo. Y de nuevo yo he actuado como un gilipollas ¡Bravo Zayn! ¡Perfecto! Corro hacia la puerta tras ella y salgo al pasillo, no voy a desaprovechar esta oprtunidad. Sus pisadas resuenan mientras camina furiosa marcando cada paso. Doy una pequeña carrera hasta situarme frente a ella interponiendome en su camino. Menos mal que ya se ha ido todo el mundo y los pasillos están vacios.

Beautiful MistakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora