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 _ ¡Suéltame!

Isaac puso los ojos en blanco al oír por enésima vez a Stiles gritarle que le soltara mientras gemía por el dolor.

_ Maldita fuerza sobrenatural, ¡quítame las putas cadenas!

_ Stiles, ¿desde cuándo utilizas esas palabras tan feas?

_ No prefieras saberlo al igual que por donde voy a meterte las cadenas en cuanto logre soltarme.

Isaac miró a Stiles sorprendido por la actitud de éste mientras se retorcía en el sofá como una lombriz. El móvil de Stiles comenzó a sonar y cogiéndolo, fue Isaac quien contestó. La voz de Scott al otro lado hizo que su gesto cambiase y comenzase a moverse por allí, nervioso. Al verle, Stiles alzó la voz para que su amigo le oyese pero Isaac le ignoró por completo. Nada más colgar, dejó el móvil cerca de Stiles mientras le desencadenaba.

_ Tengo que irme –comentó Isaac con la misma rapidez con la que le desataba-. Los han encontrado pero son incontrolables. Scott ha pedido ayuda al padre de Allison y necesitan que yo vaya también.

_ ¿Y qué hay de mí? ¿Qué hay de Derek y Scott?

_ Están bien pero necesitamos reducirles. Prométeme que te quedarás aquí, ¿vale? Necesito tener a alguien a quien llamar por si las cosas salen mal.

_ Pero... -comentó para luego quedar en silencio al ver cómo Isaac salía del apartamento con rapidez, cerrando tras de sí. Bufando, su móvil comenzó a sonar de nuevo pero al ver que era su padre, contestó con urgencia.

_ Stiles, ¿dónde estás hijo?

_ Em, estaba con los chicos pero voy para casa. ¿Ha ocurrido algo?

_ Sí. Han aparecido dos cadáveres más. Dos chicas y bueno... hay algo que me gustaría comentarte. No tardes.

Colgándole sin darle tiempo a más, Stiles cogió su mochila y salió a toda prisa de allí. Nada más llegar a casa, su padre le estaba esperando y por la seriedad que mostraba supo que algo no iba bien. Pidiéndole que le sentara, le comentó que de los dos cadáveres encontrados uno era de su amiga Heather y que por la similitud que encontraban con el resto de cuerpos hallados, se trataba de un asesino en serie.

_ Pero... ¿qué tienen en común?

_ Todos han aparecido con un fuerte golpe en la cabeza, un corte en el cuello y estrangulados. Es un patrón que se ha vuelto a repetir y ya estamos investigándolo. Sobra decirte que...

_ Sí, sí. Que no salga, que tenga cuidado y todas esas cosas...

_ No es algo para tomar a la ligera, Stiles.

_ Lo sé –dijo mientras se dirigía a su habitación con una extraña sensación en el cuerpo. Si Boyd y Érica no estaban atacando a nadie, ¿quién estaba matando a tanta gente? No cuadraba con lo que sabían de Deucalion ni mucho menos con la forma de actuar de los hombres lobo. Mordiéndose el pulgar, su mente comenzó a trabajar con rapidez y tras recopilar información por internet más lo que su padre le había contado llegó a la conclusión de que aquello era algo mucho peor.

Tras pedir ayuda a Chris Argent y recibir una negativa por parte de éste, Scott finalmente logró convencerle. Ayudados por el cazador, Derek, Isaac y Scott consiguieron llevar a Boyd, Érica y Cora hacia el instituto para encerrarles en la sala de calderas como les aconsejó Isaac. Al tener una puerta de acero sería muy difícil que escapasen de allí y de esa forma, evitarían posibles ataques. Sin embargo, Derek no contaba con que en el instituto aun quedase alguien. Sólo se percató de ello cuando tras encerrarlos en la sala de calderas, Scott oyó unos latidos humanos. Sin pensarlo, Derek le pidió que cerrase la puerta tras de sí y no la abriese por ningún motivo. Al entrar, pronto divisó a una mujer, la cual se encerró en un almacén. Cora y Boyd se mostraron pronto ante él y, seguidos de Érica, comenzaron a luchar. Tras largos minutos en los cuales Derek supo que no conseguiría reducirles, decidió que lo mejor era que se ensañasen con él para así evitar que atacasen a aquella mujer. Scott, ya cansado de esperar tras oír los rugidos, abrió la puerta justo en el momento en que Isaac llegaba comentándole que el sol ya estaba saliendo. Para cuando ambos llegaron, los tres yacían en el suelo inconscientes mientras Derek permanecía sentado, cubierto de sangre producidos por los numerosos cortes.

El Alfa entre los AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora