El Alfa entre los Alfas

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No hicieron falta palabras. Stiles dejó que Derek le quitase poco a poco la sudadera para luego quitarle la camiseta, dejándolas ambas en el suelo. Volvieron a besarse pero lentamente, aprovechando todo el tiempo que tenían mientras sus manos recorrían sus cuerpos sin más ánimo que el de acariciarse. El de saber que pasara lo que pasara, podían contar el uno con el otro.

Cuando las caricias se volvieron más lentas y espaciadas, Stiles se acomodó de forma que Derek quedase tras él, aprovechando éste para abrazarse a él hasta quedarse profundamente dormido. Stiles tardó un poco más aunque finalmente acabó cediendo y acabó durmiéndose también.

Tuvo un sueño muy extraño. Estaba solo, caminando por el bosque. Sabía que tenía que buscar algo pero no lo encontraba. Aquello empezó a angustiarle. Necesitaba encontrarlo con urgencia pero por los datos que le habían dado y la señalización, no estaba. Lydia apareció de repente frente a él, mirándole con los brazos cruzados.

_ ¿Aun no lo has encontrado?

_ ¡Estoy en ello! Es sólo... es sólo que no lo encuentro, ¿vale?

_ No es tan difícil Stiles, es sólo un árbol.

_ Un árbol en medio de un bosque –comentó sarcástico.

_ ¿Dónde ves aquí árboles, Stiles?

Este comenzó a girar sobre sí mismo para verse en un espacio ahora completamente libre de vegetación, donde los árboles quedaban varios metros tras él. Entonces lo vio. Restos de lo que antes pudo haber sido un árbol realmente grande, cuyas raíces sobresalían un poco de la tierra. Se acercó a él, extrayendo del bolsillo de su pantalón un trozo de papel. Era el dibujo que Lydia había hecho en la clase del profesor Harris. Frunciendo los labios, se acercó al mismo, se agachó y con lentitud acercó su mano hasta posarla sobre el mismo. Despertó.

Abrió los ojos con rapidez, mirando a su alrededor para ubicarse. El salón, estaban en el salón y por el calor que recibía a sus espaldas, Derek seguía tras él durmiendo. Inspiró lentamente, intentando calmarse. Había sido un sueño muy extraño y real. Se preguntó qué podría significar. Oyó a Derek gruñir levemente para apretarle un poco más fuerte contra él, como si temiese que fuese a levantarse y dejarle solo. Perdido en sus pensamientos, se sobresaltó un poco al sentir los labios de Derek sobre su nuca, siguiendo por su hombro. Stiles volvió a cerrar los ojos, dejándose hacer.

_ Voy a romper ese cacharro infernal –gruñó para luego comenzar a mordisquearle la oreja.

_ ¿A qué te refieres?

_ A tu teléfono. Está sonando de nuevo. Lo odio.

_ No pienso contestar. Como si se acabase el mundo ahora mismo...

Stiles se estremeció al sentir los dientes de Derek sobre su cuello, mordiendo para luego succionar y así sucesivamente.

_ Vas a... dejarme una marca... joder que bueno...

_ Eso pretendo...

_ Vale, eso está muy... ¿qué?

_ Ya no sólo te olerán. También lo verán... -dijo Derek para luego lamer lentamente desde su cuello hasta su oreja, succionando el lóbulo. Stiles gimió de nuevo.

_ Si lo que quieres es morderme, esa es una excusa un poco tonta...

Derek paró al instante y Stiles juraría haber sentido la tensión en su cuerpo.