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El resto del fin de semana lo pasaron entre paseos por el bosque, simulaciones de entreno de Lacrosse, donde Derek consiguió que Stiles atrapara la mayoría de los lanzamientos que le hacía ayudado por un guante de beisbol y momentos en los que solo disfrutaban de su compañía, besándose y perdiéndose entre las sábanas como si fuese la última vez que iban a verse.

Mientras Stiles recogía parte de su ropa mientras dejaba allí la sobrante, vio de nuevo las llamadas de su padre. Aquello le resultó extraño y aunque no quiso darle muchas vueltas, algo le decía que su padre empezaba a sospechar más de la cuenta. Pensó en llamar a Scott y preguntarle, pero se deshizo pronto de esa idea cuando Derek le dio un aviso para que se apresurara y bajase con sus cosas. Nada más hacerlo, aprovechó para besar de nuevo a Derek aprovechando que allí no les veía nadie. Al meterse en el coche, durante el camino, Stiles le comentó a Derek las llamadas que había recibido y lo que pensaba sobre ellas. Derek simplemente asentía sin quitar ojo a la carretera. Dejándole varios metros antes de llegar a su casa, Stiles se bajó sin poder despedirse de Derek como hubiese querido. Éste aprovechó para girar allí mismo y dar media vuelta antes de que el sheriff le echara el guante.

Sin prisas, Stiles caminó hasta su casa descubriendo así que su padre estaba en la misma. Chasqueó la lengua y tras respirar hondo, entró en la misma. Tras saludar efusivamente y no obtener respuesta, Stiles se acercó al salón para encontrarlo vacío. Extrañado, subió las escaleras para dejar la bolsa de deportes en su habitación e ir de esa forma a la de su padre, encontrándole allí sentado frente a su escritorio con varios papeles sobre el mismo.

_ Ey –comentó Stiles, sacando a su padre de su ensimismamiento.

_ ¿Ya estás en casa? No te había oído –comentó mientras se incorporaba para abrazar a su hijo.

_ Sí. Scott ya está algo mejor. Ha quedado en hablar con Allison para ver cómo pueden hacer... ya sabes –comentó mientras gesticulaba a la par.

_ Entiendo. ¿Has desayunado? ¿Te apetece algo?

_ Estoy bien papá. ¿No te estarás trayendo trabajo a casa, verdad?

_ Eh, no. No. Es algo que te comenté hace unos días y visto que aún no consigo darle solución, tendré que decírtelo. Siéntate –le dijo mientras él volvía a su silla dejando que su hijo se sentara sobre la cama.

_ ¿Es lo del hospital? –preguntó Stiles yendo directamente al grano.

_ Así es. No tienes ni idea de quien ha podido pagarlo, ¿verdad?

Stiles negó mientras le miraba fijamente.

_ Bien. He hecho unas averiguaciones y sé que fue Derek Hale quien pagó la factura. Habló con el director del hospital sin mi consentimiento y ese es el motivo por el cual el banco me está devolviendo los ingresos que he estado haciendo.

John miró a su hijo quien parecía haberse quedado sin habla. Le vio parpadear un par de veces asombrado, boquear otras cuantas para decir algo y finalmente mirar a la nada mientras susurraba algo que no llegó a oír.

_ ¿Tenías tú idea de esto?

_ ¡No! Quiero decir, jamás. Joder papá, qué iba a saber yo que Derek iba a tener tanto dinero como para esto. Es más, ni siquiera le comenté nada. Al único que se lo dije fue a Scott y jamás, óyeme, jamás iba pedirle dinero a nadie. Es... es de locos. Oh Dios mío...

_ Pues lo ha hecho y claramente tengo una charla pendiente con él. No pienso permitir esto. Así que dame su número de teléfono o dime dónde puedo localizarle para hablar con él.

El Alfa entre los AlfasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora