Capítulo 28:

755 59 1
                                    


Ainhoa se quedó dormida pero yo no podía, así que me puse a leer libros suyos. Encontré su diario y la verdad es que tenía una curiosidad increíble por saber como es su vida. Empecé a mirar y encontré esto...
"17 de Agosto del 2015.
Cada día estoy más enamorada de Sam. Es tan lista, guapa, simpática... Que pena que no sea lesbiana. Aún no me creo que le vaya detrás desde primero de eso, pero se nota que le gusta mucho Álex... Que le vamos a hacer, pero me da igual, yo la amaré de por vida."
Dejé el diario en su sitio e intenté dormirme.
Me desperté con una luz muy brillante dándome en la cara, el sol. Miré hacia el lado y no ví a Ainhoa. Fuí hasta el salón y estaba el desayuno y mi ropa en la mesa. Había una carta.
"Sam, a mi abuelo le ha dado un ataque y está en el hospital, lo siento, tengo que irme. Luego te llamo, besos, Ainhoa."
Pobre... Me había preparado unos gofres y un zumo. Que mona es. Me dejo ropa suya porque la mía me la puso a lavar. Me vestí y me veía muy macarra. Llevaba una camiseta negra enseñando el dedo de en medio y una camisa de cuadros, un pantalón negro y corto y unas bambas enormes rojas. Me pusé una gorra porque me hacía ilusión y me la heché para atrás. Salí de casa de Ainhoa y me fuí a la mía. De lejos ví a Lucas. Vino hacía a mi y sin decir palabra me besó. -Te quiero.- Me dijo.
Me quedé sin palabras... -Pero... ¿Qué?- Pregunté.
-Que te quiero coño.- Me dijo.
Siempre tan discreto.
-Pero yo estoy...- Empecé a decirle.
-¿Y ese cambio de look? Te queda de puta madre.- Me sonrió.
-Lucas que he vuelto con Álex.- Solté.
-¿Con ese puto borracho? ¿Has vuelto con el tío que te dejó en ridículo en una fiesta? ¿Has vuelto con ese tío que te puso los cuernos con su ex?- Empezó a apretar el puño. No me haría nada, pero eso era señal de que se estaba enfadando, le pasa desde pequeño.
-Sí...- Afirmé.
-Allá tú. No pienso decirte nada. Pero colo el cabrón vuelva a hacerte algo puedes darlo por muerto.- Me advirtió.
-Toma.- Sacó una bolsa de su mochila. -¿Y esto?- Pregunté.
-¿Te crees que me he olvidado de tu cumpleaños?- Empezo a reír.
Abrí la bolsa y... No puede ser, era un cojín con una foto nuestra de pequeños. Dios que bonito.

Strange feelings.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora