-Joder Sam, que guapa, no pareces tu...- Me dijo Álex mientras me miraba de arriba a abajo.
-Gracias, tu también estás guapísimo.- Le respondí.
Llevaba una camiseta de una calavera, unos pantalones rasgados, unas vans y la gorra hacia atrás. Como ya he dicho. Es precioso.
-¿Subes?- Preguntó.
-Sí...- Respondí con voz tímida.
Me subí a la moto, lɑ verdɑd es que teníɑ miedo.
-Agárrate a mi cintura y no me sueltes.- Me advirtió.
Le hize caso y lo agarré. Noté su estómago... Bueno... Su tableta por así decirlo, noté como movía la cintura en cada curva, que sensación más indescriptible. Llegamos a la fiesta más pronto de lo que pensaba, vaya fiestorro tienen montado dentro. Entré y enseguida perdí a Álex de vista.
-Vaya, vaya, vaya. Mira quien está aquí, la gran Samantha.- Escuché desde detrás, sabía bien que era Mar.
-Hola Mar.- Le contesté.
-¿Que mierdɑs hɑces aquí tu?-
-Me ha invitado Álex.- Respondí.
-¿Álex? ¿Ahora sois amigos?- Me preguntó.
-Desde pequeños.- Le contesté mientrɑs la miraba con mala cara.
-Bueno me la suda, a mi mientras no te lo quieras ligar...- Me dijo.
-¿Te lo quieres ligar?- Pregunté.
-Ligármelo no, tirármelo si.- Respondió con cara de zorra.
-Tiene novia.- Le informé.
-¿Y? A mi me da igual, al fin y al cabo si le pone los cuernos será culpa suya por dejarse. Já.- Me dijo mientras se retiraba.
Busqué a Álex por toda la fiesta pero no lo encontraba por ningun lado, pero si que me encontré con alguien que echaba de menos... Ainhoa. Que guapa está... Ha cambiado mucho, antes era... Joder no sé, era una chica que vestía más no sé... Que bonita es.
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Strange feelings.
Genç KurguSam, una chica inocente e indecisa, tendrá que elegir ser feliz, o cambiar su vida por completo.