Vine XXIII.

182 16 8
                                    

Danny.

Dos días más tarde estábamos en Atlanta. Había conseguido hablar con mi madre después de dos semanas y media sin mandarle ni un mísero mensaje diciéndole que estaba sana y salva.

Estuvo como media hora echándome la bronca hasta que finalmente me preguntó que tal me iba. Le conté que todos los chicos eran geniales, que tenía dos nuevas amigas y que el jefe Bart era muy bueno.

Dudé en contarle que estaba con Nash, pero su conexión materna le dijo que tenía algo que decirle en cuanto me callé demasiado tiempo.

Soltó un grito emocionado que me rompió los tímpanos. Ella amó a la familia Grier incluso más que yo. Creo recordar que cuando nos fuimos del Estado se tiró todo el viaje llorando hasta Virginia sin parar.

-Cuéntamelo todo, hija. ¿Cómo está? ¿Ha crecido mucho? ¿Su madre está bien? ¿Y Hayes? Era un pequeño cuando nos fuimos. ¿Nash está ahí? ¿Me lo pasas?

-Mamá...

-¡Estabais muy unidos! Debe ser bonito como habéis construido vuestra relación -si tú supieras, madre-. ¿Para cuándo la boda?

-¡No somos novios! -grité espantada.

-Tiempo al tiempo, querida -dijo satisfecha-. ¿Puedes hacerte una foto con él y mandarla para que le vea?

Obvié el hecho de que mi madre estaba empezando a asustarme con tanto acoso.

-Me tengo que ir. Bart nos llama, será mejor no hacerle enfadar...

-Pero Danny...

-Adiós -canturreé antes de colgarle.

Por estas cosas era mejor responder con monosílabos cuando hablabas con la familia.

-¡Danny! -Taylor llamó. Venía corriendo del ascensor del hotel-. ¿Vienes?

Detrás de él aparecieron Aaron, Johnson, Gilinsky y Mahogany.

-¿A dónde?

-Al cine -respondió Jack mini recolocándose las gafas de sol.

-¿Qué película vais a ver?

-Annabelle.

Fruncí el ceño.

-¿No es de miedo? -Dirigí mi mirada a Mahogany. A ella no le gustaban las películas de terror.

-¡Si! -Gilinsky respondió emocionado.

-Ehm, está bien -dije dudosa. Acaba de entender por qué-. ¿Esperáis que coja mis cosas? Están arriba.

Asintieron y me dispuse a subir.

-¡Date prisa!

Entré a la habitación como un torbellino cogiendo móvil, dinero y llaves en tiempo récord.

Violet estaba en el suelo usando la cama de respaldo. La cogí del brazo levantándola.

-¿Qué...?

-Tú vienes conmigo.

Dejó su libro en la cama confundida.

-¿Por qué?

-¿Te apetece hacer de Cupido por una tarde?

〰〰〰〰

-No me gustan nada las películas de miedo -susurró Vi en mi oído cuando ya teníamos los tickets en la mano y hacíamos cola para las palomitas.

-Recuerda, es por una buena causa.

Mi amiga gruñó.

-¿Puedo dormir en tu cama esta noche? -La miré alzando una ceja-. ¡Tendré pesadillas por tu culpa!

Just Live [MAGCON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora