Vine XI.

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Donde hay sonrojos, una cita y un reto.

Danny.

Una ligera presión en el asiento hizo que mis ojos se abriesen perezosamente, a tiempo para ver como Violet se sentaba.

Me quejé del dolor de cuello y me llevé la mano al punto donde pensaba que se me iba a partir.

—Joder... —murmuré, masajeándomelo y mirando a Vi, que intentaba fallidamente desenredar el cable de los auriculares debido al tembleque que se había apoderado de sus manos—. ¿Estás bien?

—Quien inventó los auriculares fue un gilipollas y un genio a la vez —soltó frustrada estampándolos contra el asiento delantero, haciendo que el señor se volviese a mirarla—. Perdón.

Me incorporé totalmente, levantando los brazos para desperezarme. Me tendría que ir acostumbrando a esto de dormir en los aviones, porque me iba a tragar muchas horas de aquí en adelante.

Entrecerré los ojos hacia mi amiga, que ahora estaba enfurruñada con los brazos cruzados y mirando enfadada el cabezal, asesinándolo con la mirada.

—¿Es ahora cuando me afirmas que no ha pasado nada y que solo estás así por la regla?

—No tengo la regla.

—Entonces... ¿ha pasado algo?

—¡Cameron es lo que ha pasado! —bufó.

—Que raro... —dije para picarla. La verdad era que se ponía graciosa cuando hablaba de Cam, simulando odiarle pero en lo más profundo sabiendo que no era odio.

—Venga, si vienes a ponerte de su parte, ni te molestes en hablarme —empezó a toquetear la pantalla, buscando películas.

—No te enfades, si quieres hacemos una huelga de mujeres que odian a Cameron Dallas, sabes que me pondría de tu parte solo por ti.

Negó con la cabeza, y sin que se lo pidiese me relató el incidente del cuarto de baño.

No pude evitar reírme.

—¡Sois como críos! —dije.

—¡Él es el crío!

—¿Entonces por qué le dejas que se acerque tanto a ti?

Me miró indignada.

—¡No le defiendas! ¿O tengo que echarte en cara lo buena amiga que parece que eres de Nash cuando me contaste que no le perdonarías?

Me encogí de hombros sonriendo, sin dejar que su comentario me afectase. En cierto modo, estaba muy, muy contenta de estar bien con Nash. Era lo mejor del mundo, saber que tenía una mínima posibilidad de recuperar el tiempo perdido con mi mejor amigo de la infancia.

Después de hablar con su hermana, habíamos pasado otro rato juntos antes del show, tras el escenario, y esperando al avión.

Sé que me prometí no ser tan débil, pero cuando habías pasado tanto tiempo echando de menos a una persona, cuando la veías de nuevo, era como si todo ese tiempo se esfumara. Eso no significaba que había olvidado lo dolida que había estado, ni de lejos.

Pero tenía que intentarlo.

—¿Hablando de amores, señoritas? —Las cabezas de Matt y Carter se asomaron por la ranura entre nuestros asientos.

Ambas los miramos sobresaltadas.

—¿Hace cuándo que lleváis ahí? —protesté dándole a Matt en la nariz para que se apartara.

—¡Auch! —se la frotó y se echaron hacia atrás. Ahora éramos nosotras las que enrevesadas mirábamos por la ranura a sus asientos—. Lo justo para saber como casi Cameron y Vi hacen estrellar el avión con su tensión sexual.

Just Live [MAGCON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora