Vine VII.

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Donde vuelan tortas y Danny ciega a Nash.

Nash.

—Esto ha sido una muy mala idea —farfullé medio escondido entre el hueco de la cama y la mesilla de noche.

Volví a oír un sonoro "clap" seguido de una risotada.

—¡Vas a morir, Cam! ¡Tengo resaca! —gritó Matt.

—Ajo y agua, la próxima vez decides ser un chico sano.

Me asomé por el borde de la sábana para observar.

Pero nada más hacer acto de presencia, noté una fuerte bofetada en la mejilla. Chillé en respuesta y me dejé caer en la cama, simulando una muerte de bala.

¿Por qué, en primer lugar, estábamos haciendo esto?

Al parecer, todos habían decidido ir a nuestra habitación sin previo aviso, y entre broma y broma, Cam había empezado pegándole una bofetada con espuma de afeitar a Taylor y, claro, él no se iba a quedar quieto.

Como solía pasar en estos casos, acabamos todos en guerra.

—¡Dulce venganza! —exclamó Carter. Me lo podía imaginar levantando el puño con cara de suficiencia.

Me levanté, porque si me quedaba ahí me iba a llevar más tortas que nadie (no precisamente de las de comer.)

—¡A Nash ni me lo toques! —Cameron se lanzó en plan koala a los brazos de Carter, quien por suerte pudo (no supe cómo, calculando el peso de Cam y la fuerza de Carter) sujetarlo sin que ninguno de los dos cayera al suelo.

Me llené la mano de espuma y me lancé a abrazarles yo también.

—¿Os he dicho ya cuánto os quiero? —pregunté poniendo voz de niño adorable de cinco años.

—No —dijeron los dos a la vez girando las cabezas para mirarme.

—Mejor —les di en la cara con la espuma.

—¡Abrazo colectivo! —gritó Aaron, cogiendo carrerilla. Se tiró encima de nosotros, haciendo que cayéramos encima de la cama.

—¡Sánwich!

El siguiente en tirarse fue Matt, luego llegaron los Jacks a la vez y casi comiéndose los pies del otro.

—¡Me estáis ahogando! —El brazo de Cameron salió de entre los cuerpos en busca de ayuda.

—¡Puaj, tío! ¿Por qué te has quitado los zapatos? —se quejó Gilinsky—. Tus pies apestan.

—¡Mis calcetines huelen a rosas! —argumentó su tocayo, acercándole el pie a la cara.

—Con que era eso... —reflexionó Taylor, que se había quedado apoyado en una de las paredes recuperando el aliento—. Pensé que algo se había podrido aquí dentro. Conociendo a Cam y Nash, no me extrañaría.

—Ni que tú fueras el más ordenado —le dije, subiéndome encima de la cama y sentándome encima de la montaña que eran mis amigos. Un coro de quejidos sonó—. Ahora estoy en el sitio donde merezco estar. ¡Hayes! ¡Tráele una bebida a tu señor!

—Toma bebida. —Un chorro de agua fría cayó sobre mi.

—Nash, dime que lo que me está goteando no es tu pis —oí a Carter decir.

Me bajé de la cama dispuesto a devolvérsela a mi hermano, quién nada más ver mis intenciones salió corriendo.

—¡Cobarde!

No me dio tiempo a pillarle, pues salió de la habitación dando un portazo tras de sí.

Ya volvería ya...

Just Live [MAGCON]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora