Just Live [MAGCON]

Vine II.

Donde Violet casi practica el boca–a–boca y casi esteriliza a alguien.

Violet.

Por fin, por fin, por fin, por fin, iba canturreando mientras caminaba por el pasillo dando pequeños saltitos. Cualquiera diría que tenía dieciocho años.

Pero no me importaba, estaba de lo más contenta. No me podía creer que fuera a hacer aquello.

Si varios meses atrás alguien me hubiese dicho que iba a poder formar parte del MagCon Tour, le habría dicho que revisase su medicación. Pero hoy era la prueba de que no era así. ¡Realmente estaba dentro! Cuanto más lo pensaba más me emocionaba.

Había seguido en Vine a varios de los chicos que sabáa que estaban allí, sobre todo estaba enamorada de Shawn. Él era mi inspiración, gracias a él tuve el valor suficiente para crearme una cuenta de YouTube y empezar a subir versiones de canciones, tal y como hacía él. Y su voz, madre mía, no era de este mundo.

De los demás, solo sabía algo de Matthew Espinosa y de ambos Jacks. Eran los únicos que me habían interesado.

Presté atención a dónde iba, solo me faltaba que no supiese donde estaba mi habitación. Antes de cruzar una esquina, oí la risa de alguien y segundos después me vi derrumbada en el suelo encima de mi maleta. Un chico (porque esa colonia solamente podía ser de un chico) había chocado fuertemente contra mí, haciendo que perdiese el equilibrio.

Solté un grito y lo vi desparramado en la moqueta también. Al menos eso era un consuelo.

Me froté la cabeza mientras soltaba un gemido, estaba segura que me había dado con el pecho.

—Espero que el karma haya hecho su trabajo y te hayas quedado sin respiración —solté enfadada, poniéndome de pie para comprobar que no estaba mareada.

El chico seguía en el suelo con los ojos cerrados sin moverse. Tenía el pelo marrón, pero en lo primero en lo que me fijé fue en sus carnosos labios.

Era una chica adolescente ante todo.

Me acerqué un poco cautelosa.

—¿Oye? ¿Estás bien? —comenté un poco más preocupada—. Lo que he dicho antes iba en broma, pero deberías llevar más cuidado.

Parecía subnormal hablando sola en un pasillo con un chico que yacía en el suelo desplomado, quién sabía si inconsciente.

Ay. Ay. Ay. Dios. ¿Tan dura tengo la cabeza?

Empecé a preocuparme de verdad. ¿Y si había perdido el conocimiento? Joder, ¿qué dijeron en la clase de socorrismo el año pasado? ¿Qué se hacía primero, ponerle de lado o comprobar si respiraba?

Mis nervios empezaban a jugarme una mala pasada.

Me arrodillé junto a él y le sacudí levemente. Nada. Ahora si que estaba acojonada.

—¡Eh, chico, despierta! —le sacudí más fuerte.

Cuando vi que era inútil mire a ambos lados desesperadamente para comprobar si venía alguien por los pasillos. Estaban desiertos.

Tomé una gran bocanada de aire para tranquilizarme. Vale, Violet, no pierdas los papeles.

Acerqué mi cabeza lentamente a su pecho y la apoyé, deseando con todas mis fuerzas notar el leve ascenso y descenso, señal de que los pulmones funcionaban.

Esperé. Estaba quieto. ¡¡Mierda, no se movía nada, ni un mísero centímetro!!

Me quité y pensé rápido. ¿El boca a boca era para cuando se te paraba el corazón o también servía para la respiración? Me había quedado totalmente en blanco, presa del pánico.