Recordar ese momento me hizo sonreír, pero al mismo tiempo sentirme mal. Le había dicho a todos que yo era vírgen, mis amigos, mis padres... Justin. Apenas hace una noche había tenido mi segunda vez con Justin, el cree que fue mi primera vez y que soy completamente suya, pero no es así, mi objetivo no era ese, yo amo a Justin con toda mi alma, y probablemente ni siquiera perdí la virginidad cuando lo hice con Austin, talvez si la perdí con Justin.
-¿Recuerdas cuando te hice mía? - susurro Austin en mi oído.
-Austin, cuando tuvimos...eso, ¿sangre? -dije cuestionandolo.
Talvez tenga solo 15 años pero soy muy lista como para saber que cuando tienes tu primera vez, sangras.
-Mm, no. ¿Por? -dijo lamiendo sus labios.
-Por nada. -dije sonriendo falsamente.
¡Si! Lo sabia, ahora no tengo nada que ocultar. ¡Justin Bieber, soy tuya!
Austin me miro mientras yo sonreía de felicidad, su mirada estaba fijada en sus ojos, después fue bajando por todo mi cuello y fue ahí donde se detuvo. Su mirada se torno molesta, apreto sus labios y giro su cabeza hacia la derecha aún mas enojado.
-¿Recuerdas que en tu cumpleaños numero 11 te obsequie una cadena con tu nombre? -dijo frustrado.
La sonrisa se borro de mi rostro, ahora recuerdo todo.
Mark no me regalo la cadena, sino... ¡Austin!-Mmm si, me encanto. -dije nerviosa esperando que no lo hubiera notado.
-No recuerdo que te llamaras "Justin" -dijo con un notorio enojo.
-Ah, es que no es mía, es de Justin. -dije aún mas nerviosa.
-Y el tiene la tuya ¿no? -dijo mirando a Justin.
-Si, pero es solo por unos días. -dije excusandome.
-Como sea. Debo irme. -dijo levantandose de la mesa y dirigiendose rápidamente a la salida.
-¡Austin! -grite a lo lejos pero ya era tarde, ya se había ido.
Justin se acerco a mi y se sentó a mi lado.
-¿Que paso? -dijo viendo mi frustración.
-La cadena, el me la dio. -dije mirandolo a sus hermosos ojos.
-Tendrá que superarlo, mi corazon es tuyo. -dijo mirandome a los ojos.
-Justin Bieber, te amo con todo mi ser. -dije mirandolo con ternura.
-Yo te amo aún mas, Morgan. -dijo tomando mi rostro entre sus manos y besandome.
Después de unas horas mas de fiesta, ya eran las 3:46 a.m, así que todos decidimos irnos a casa. Salimos de aquel lugar con el sol casi postrandose en el cielo, Justin y yo subimos al lindo Ferrari, Justin encendió el motor y nos dirigimos hacia la enorme mansión de Jason.
-Justin, cuando estemos en casa quiero hablarte. -dije mirandolo con algo de tristeza.
-Si, ¿sobre que? -dijo sin quitar la vista en el camino.
-Ya veras. -dije recargandome sobre el asiento.
Justin solo me sonrió, debía decirle lo que había pasado hace 5 años entre Austin y yo.
Sin darme cuenta ya estábamos frente a la mansion de Jason, Justin aparco el auto justo frente a esta y bajamos de el.
Todos entramos a la mansion, otros ebrios y otros sobrios.-¿Tara? -dijo Carly acercandose a mi.
-¿Si? -dije prestandole atención.
-En verdad siento el malentendido. -dijo ella arrepentida.