NEWT
Hoy era el día que he estado esperando por mucho tiempo. Parece algo exagerado, pero si llevas ansiando tener por fin un trabajo estable, esta era una oportunidad que no podía dejar pasar.
Me levanté temprano, más de lo normal por si acaso, ya saben, siempre está ese idiota que llega tarde a todo y ese no sería yo. Tomé una ducha, me vestí y desayuné. Cuando ya era la hora de marchar, preparé lo necesario y me dirigí a la compañía.
Había muchísima gente y casi se hacía imposible pasar por los pasillos. Subí al piso número 3 e hice todo el papeleo tranquilamente. Me frustro cuando me dicen que debo realizar casi el mismo trámite pero en el segundo piso. Pienso que todo esto puede ser una pérdida de tiempo ya que solo necesito que me digan si soy capaz de atender las necesidades de mi jefe pero si no lo soy, me mandaran a la mierda, básicamente.
Casualmente, miro mi reloj y mis ojos se abren como platos, faltaban solo 3 minutos para la entrevista y, apenas me dicen a que piso debo ir, salgo corriendo hacia el elevador: planta 2, puerta 18. Las escaleras estaban inundadas de personas así que tal vez el ascensor me resultaría más rápido. Error.
En vez de dirirse al piso 2, como le había ordenado, subió al 4. No, no y no ¿Qué estaba pasando?◆◆
Cuando el castaño subió al elevador junto conmigo, los nervios por el empleo y por mi acompañante no hacia nada más que intranquilizarme.
Una parte de mí gritaba que, apenas se abrieran las puertas del elevador, saliera corriendo lo más rápido que pudiera pero la otra parte no dejaba de repetirme necesitas besarlo tanto como huir de estas cuatro paredes, admítelo, Newt. (Obviamente no lo bese ya que mi cobardía es más grande que todo el edificio).
Debo admitir que la primera vez que vi a ese chico de traje y perfecto cabello castaño parado en frente al elevador sabía que no sería la última vez que nos iríamos a ver, en realidad, era más como un presentimiento.
También debo admitir que no había conocido a alguien tan guapo como él hasta el momento. Es decir, estaba seguro de mis gustos pero aun así, trataba de no fijarme tanto en los chicos, ya saben, no todos los guapos son... homosexuales; entonces, solo decido no arriesgarme.Cuando llegamos a la planta 2, salgo antes que el castaño, hago tooodo el papeleo que debo hacer, que me gasta 4 o 5 minutos, y apenas llego a la puerta 18 me encuentro al mismo castaño del elevador sentado en su escritorio y, cuando sus ojos se dirigen hacia mi, noto una sonrisa.
Estaba más que seguro que él no se iría de mi mente tan rápido.