ADVERTENCIA
Este capítulo contiene partes de sexo explícitas. Leer bajo propia responsabilidad. ( ͡° ͜ʖ ͡°)
N.O (Narrador Omnisciente)
Luego de pronunciar aquellas palabras, Newt se sintió como un total mentiroso (aunque no del todo). Su mente se apresuró en hablar antes de que su corazón lo haga primero pero se arrepintió rápidamente y no emitió sonido alguno.
Por otra parte, Thomas no había dicho nada con significado importante o dirigido indirectamente para Newt; entonces este se relajó.
Seguía el turno de Aris.Aris. ¿De dónde diablos había salido Aris que ahora está tan pegado a Thomas? El rubio lo recuerda sólo en su primer día de trabajo, cuando se encontró por segunda primera vez a Thomas en su oficina. Aris estaba allí. Sólo eso. Ningún otro recuerdo de aquel chico vagaba por la mente de Newt y ni por casualidad lo hubiese reconocido en otro recuerdo. Y tampoco dijo nada interesante que halla que recordar.
La cena no estuvo interesante. Cada noche contaban historias de terror que sólo a pocos les producía terror y los demás aprovechaban haciendo algun ruido extraño o asustándolos por detrás.
Cuando esta finalizó, Minho manda a todos a dormir, sin molestar ni hacer nada en contra a las reglas. Los demás obedecen pero Newt aún no se decide si entrar a la cabaña o quedarse afuera haciendo cualquier cosa. El frío lo hace cambiar de opinión y entra sin pensarlo.
Por suerte Thomas no está allí y el rubio no sabe si alegrarse o lamentarse y enojarse.Es peor que esté aquí y que nos veamos obligados a hablar o a marcharnos o que esté quien-sabe-donde con Aris, piensa Newt.
Con solo pensarlo siente que la impotencia se apodera de su cuerpo; entonces, como si le acabaran de arrojar un balde con agua helada, aparece Thomas en la puerta. Sus hombros se relajan cuado suspira, como si hubiese estado preocupado por algo.
-Newt...
Newt quiere escapar pero también quiere quedarse aunque las palabras no puedan salir de su boca.
-Newt, yo...
Y como no tiene nada que decir, sus pies hacen el trabajo de llevarlo automáticamente cerca de Thomas. Sus miradas estan a solo unos centímetros, tan cerca que al mínimo movimiento sus narices se tocarían. Entonces, Newt da el segundo movimiento posando su mejilla en la de Thomas y su boca a milímetros de su oreja. Y con la mayor sinceridad emite aquellas palabras que hace que Thomas no vuelva a perder las esperanzas.
-No vuelvas a apartarte de mi- dice en un suplicio, acariciando su mejilla con la de él.
Pero produce algo más en Thomas.
-Dijiste que no volverías a besarme. Pero aún yo sí puedo hacerlo.
Ahora sus narices se rozan y sus labios piden lo que por tanto tiempo necesitaban.
-Entonces hazlo.
Y lo hace. Un roce tierno en los labios del rubio lo llevó a sentir miles de sentimientos inexplorados que nunca antes se había imaginado. Con los ojos cerrados puede imaginar una explosión de colores por doquier que lo hacen debilitar. Abre la boca para sentir más de Thomas, su Thomas; o como hace tiempo que llevaba sin llamarle: Tommy. Sus brazos suben hasta el cuello del castaño ubicando una mano en su nuca y la otra en la parte inferior de su cabeza, masajeandole el cabello y, en ciertas veces, tirando de él.
En cambio, las manos de Thomas no se quedan quietas, van de su cintura acariciando toda piel que se interponga hasta su espalda y así sucesivamente.
Será por el frío de sus manos, el poco aire que queda entre ellos o la placentera situación que Newt comienza a respirar entrecortado. Thomas decide llevar al máximo aquella condición por la que pasaba Newt y sustituye sus labios por su largo y palido cuello, repartiendo besos y mordidas provocativas en toda la longitud. El rubio suelta un gemido apenas audible pero absolutamente oído por Thomas. Si se ponen a pensar, unas pocas telas separaban sus ardientes cuerpos y la lujuría de estos; pero no había tiempo para pensar, así que Thomas toma al rubio de las piernas y lo lleva cargando hacia una de las camas donde lo acuesta cuidadosamente subiéndose arriba de este sin darle tiempo a quejarse, como lo hubiese hecho.