THOMAS
El cuarto pasó de estar cálido, como el primer día, a frío; un frío que me produce temblores por todo el cuerpo. El silencio me ahoga y quedo parado en el mismo sitio por horas.
Decido salir. Giro hacia la puerta, deseando que aparezca por ella riendo, admitiendo que solo era una broma y vuelva a mí.
Ahora lo considero; él puede estar en cualquier lugar cercano, pero tampoco quiero estar encerrado, así que salgo con la vista solo en el camino hacia las orillas del lago donde quizá pueda pensar mejor. Allí, las grandes cantidades de hojas que caen de los árboles se juntan formando un colchón color rojizo con distintos tonos de verdes y marrones.
Pienso en los árboles, como van cambiando sus hojas cada estación por toda su vida. Pienso en Newt, en como nada de nada se compara con él hasta con la seguridad de que no voy a cambiarlo por nada ni nadie, como las mismas hojas que dejo detrás. Pero lo perdí, he arruinado algo tan valioso para mi y no hay manera de volver el tiempo atrás... Pero si podría arreglarlo, no sé como pero pronto se encenderá el foco de luz que lleva mucho tiempo apagado en mi cabeza. Tengo que demostrarle lo mucho que quiero esto de enserio sin importar que piensen los demás.Esperanzado que sea él, oigo un ruido a hojas aplastadas cerca del lago.
Pero no, no es él; aunque es muy parecido físicamente.-Hola- dice no muy animado.
-Hola, Aris.
De espaldas es igual a Newt. Excepto por su cabello de oro.
-¿Pensando?- le pregunto.
-Veo que vienes a hacer lo mismo.
-Tampoco hay mucho que hacer, ya sabes, un viaje de descanso.
Asiente y mira el paisaje. No se oye más que el movimiento de los árboles y los cantos de las aves. Otra cualidad similar que tiene con Newt es que no le molestaría quedarse callado por horas, lo haría con gusto.
-Qué raro que no estás con Newt. Siempre te veo con él- sabía que preguntaría por él.
-Sí, bueno...
-¿Pelearon?
-Algo así-. Obviamente.
-Se los ve muy unidos.
No aguanto la risa.
-Bueno, no somos tan unidos como dices- a Aris no se le mueve ni un pelo.- Él prefiere estar solo.
-¿Y eso hiciste?
-Es lo que quería. Además...
-Nadie quiere estar solo, Thomas. Nunca.
Estaba por decirle que él quería eso realmente pero pienso que estaría haciendo Newt en este momento. No se encontraría cantando en medio de la fogata riendo y pasándola bien. No. Está sólo. Y también yo. Estuve más de una hora pensando en lo que había hecho mal y ni siquiera se me pasó por la cabeza como se habrá sentido él. Pienso en Newt, constantemente, ¿pero no es suficiente?
-Deberías hablar con él.- Su voz me vuelve a la realidad.
-No creo que él quiera hablar conmigo.
-No pierdes nada en el intento.
¿Quién diría que un completo desconocido daría consejos tan buenos?
-Hablaré con él, luego. ¿Y tú? ¿Qué me cuentas?
-Me gusta la tranquilidad y no hay lugar más perfecto que este.
-¿Sueles pensar mucho?
-¿Qué?- ríe por mi pregunta. Absurda pregunta.
-Sí, es que me ayudaste mucho con lo que dijiste. ¿Piensas mucho?
-A veces siento que mientras más pienso más me confundo. Porque puedes pensar bien o puedes pensar mal. Pensar lo que no sabes así poder corregirte y no lo que ya sabes, y cometer los mismos errores una y otra vez.
Aris. Como voy a agradecerte...
-Eres todo un filósofo ¿te lo han dicho?
-No, pero gracias.
-Oye ven, vamos al campamento, Minho preparará un juego super aburrido y tedioso alrededor de la fogata que no podemos perdernoslo.
-Oh, entonces es mejor que nos apuremos.
Al final era enserio lo de la fogata. Aunque era más de media tarde el sol iba a escondiéndose poco a poco entre los picos de los árboles y montañas y se llevaba con él su calor.
La hoguera ardió rápidamente. Nos sentamos en ronda con Aris estaba a mi lado y Newt justo enfrente mío. No me dirige la mirada ni para mirar hacia el frente, solo se concentra en las anaranjadas llamas del fuego. Aunque sí lo atrapé dos veces mirando con mala cara a Aris, dios, eso es lo que menos quiero; Aris no tiene nada que ver en todo esto y si se molesta con él por mi culpa... no sé como lo arreglaría.
Minho propuso una idea: cada uno debía contar lo que le pareció hasta ahora el campamento, como se siente, si surgió algún cambio en su ser, entre otras tontas preguntas. Cuando llegó el turno de Newt mis oídos se activaron para no perderse ni una palabra de lo que diría.-Newt ¿Qué hay de ti?
-Me pareció una fantástica idea lo de salir a cambiar de ambiente a uno totalmente distinto. Me hizo muy bien, no me relaje como creí que lo haría- no hay dudas que eso es mi culpa- , pero pude darme cuenta de cosas que antes ignoraba y...- su mirada se posa en mis ojos, sin nada que ocultar- no volveré a cometer los mismos errores.