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Él empezó a besarme el cuello. Me conocía demasiado bien para saber como estimularme y yo ya estaba dispuesta.

Me senté a horcajadas sobre él y empecé a provocarlo como él a mi, sabíamos que ese era un juego que dos podían jugar.
Amaba que él fuera tan receptivo a mi. Ya sentía su erección.

—mmm. Pero digame, señor Grayson ¿como quiere celebrar su compromiso?—le pregunte con voz baja seductora y seductora mordiendo el lóbulo de su oído. Él gimió.

Él sonrio y se levanto conmigo en brazos. Me estampó contra la pared del corredor y empezo a quitarme el vestido. Era mas que claro como deseaba que acabará esta noche. Yo empecé a desabotonar su camisa y luego la lance lejos, me sonrió enormemente.

Término arrancándome el vestido porque no encontraba como quitármelo ya que el cierre se encontraba a un costado y no era un momento para descifrar cosas como esa

En cuanto me tuvo desnuda en sus brazos me penetró. Yo grité ante el entusiasmo que mostraba. Tenia tiempo sin hacer esto pero sabía que había válido la prensa mi tiempo en celibato. Con él siempre  siempre todo era diferente a como había sido con cualquier otra persona.

Sentía como entraba y salia de mi sin presión alguna y yo solo lo dejaba hacer lo suyo mientras le arañaba la espalda. Un millón de envites más y los dos caímos al suelo tras un demoledor orgasmo. Mire la pared de la escalera donde se veía algo fuera de su lugar pero en este momento no era el momento de ponerme a desvelar los misterios que desvelaba mi casa ya que podría ser cualquier cosa, tal vez alfo de lo que Daniel no debía enterarse.

—te amo,Em—me dijo él y me besó el cabello mientras mi mente aun dispersa en lo que había visto era incapaz de procesar todo rápidamente.

—y yo a ti.—le respondí tratando de alejar mi naturaleza curiosa de aquel escondite del que ni me había dado cuenta aun después de tanto tiempo. Tarde unos minutos en percibir que era fácil olvidar aquello porque estaba exhausta y me estaba quedando dormida.
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Abrí los ojos y estaba en mi cama,la luz era débil. Debí quedarme dormida después de hacer el amor con Daniel, seria estúpida sino hubiera llegado a aquella conclusión;puse los ojos en blanco ante lo lógico mirando al techo y luego sonreí. Sonrei al darme la vuelta y ver que estaba a mi lado. Me puse sobre él,y despertó de golpe, por un segundo pareció desorientado hasta que  me sonrió. Algo que amaba de las mañanas era que siempre despertaba muuuy feliz. Sin saber como de pronto yo estaba debajo de Daniel y él ya estaba empezando su juego...

—creó que hoy no iras a trabajar. —dijo él mientras se acomodaba de nuevo a mi lado. Le había prometido que nos quedaríamos en casa pero no podía ya que había demasiado trabajo en la oficina y mi jefa se había negado a darme el día libre.  Él ignoró que yo estaba intentando escsbullirme y siguió con su distracción aunque yo deje de poner trabas.

—tengo que tener todo listo para una publicación, necesitó tener todo listo para no tener que trabajar extra el sábado y necesito los sábados libres ahora que tengo que ayudar a planear mi boda—dije exhausta después de dos orgasmos. —mañana es la fiesta de tu madre para la doctora Banks. —comente sabiendo que tenia algo planeado para la muy aclamada doctora.

—pero tu no la necesitas. Que mi madre y mi hermana vayan no significa que tu también tengas que ir. —debatió peinando mi muy desorganizado cabello.

—he estado tomando sesiones con ella, fui su paciente desde el año anterior. —confesé. Pero no dije que seria la mejor oportunidad para una venganza.

—¿por que?—preguntó él ,confundido. Aún nos quedaba mucho por conocer el uno del otro.

—por que he pasado por muchas cosas y necesito analizarlas si quiero dejarlas en el pasado. —dije tratando de hacer parecer la situación lógica y realmente lo era.

—pero yo te necesito. Aquí.—me dijo en tono de berrinche haciendo un puchero. Yo sonreí.

—te juró que hoy estaré aquí antes de las tres. Y mañana también estaré antes de las tres de regreso, solo quiero hacer acto de presencia —dije sabiendo que aquella fiesta no llegaría a más de las doce. Me levante y me vestí lista para salir rumbo s la oficina, Daniel se quedó en casa diciendo que él si había pedido el día libre.

Revenge II: Las reglas de lo infinitamente infinito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora