cafe sin azucar

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—¿que ha pasado,señorita Munello?—pregunta el que supongo será el gerente que acompaña a Daniel.

—me he tropezado y he derramado la taza de café encima de la señorita,ya me he disculpado. —dice con cara de arrepentimiento que ni por un momento me trago y por lo que parece,Daniel tampoco.

—escuche,tenemos una historia en común, y por eso no me parece que esto fuese un accidente, además mi prometida no había ordenado café, solo una rebanada de pastel. —dice Daniel muy molesto sin mirar a Sarah.

—por supuesto, bueno, las medidas a tomar las hablare con la señorita Munello en cuanto a ustedes, les ofrezco una disculpa y lo que consuman va por cuenta de la señorita, al igual que la lavandería de su vestido—dice el sujeto con una mirada pecaminosa a mi escote palabra de honor.

—no hace falta, solo quiero que tenga en cuenta que este es el lugar que hemos elegido para nuestro pastel de boda, y solo no quiero volver a ver a esta mujer cuando venga a elegir mi pastel, no le gustaría que cuando mi boda sea publicada en alguna revista hable mal de este lugar. —amenace mirando un segundo a Sarah que estaba roja del coraje.

—por supuesto señorita...

—Thorne. —respondí sabiendo que al saber quien era adivinaría quien era la persona que estaba a mi lado y así sabría que mis amenazas no iban de farol.

—delo por hecho,señorita Thorne.—me respondió nervioso pero aun así yo ya había descartado ese lugar.

—siento muchísimo que pasará eso. —dijo Daniel tomándome la mano una vez que estábamos en el auto. —¿estas bien?¿ quieres ir a que te revisen la quemadura?—me preguntó preocupado y yo pise los ojos en blanco mirando por la ventanilla. En días como hoy solo quería que se quedara callado.

—no,cariño,estoy bien, pero va enserio lo de que no confió en ti, y estoy empezando a cuestionarme si en verdad estamos haciendo lo correcto. —le dije y era cierto. La presencia ahora constante de Sarah en nuestras vidas no era algo con lo que se me antojara lidiar después de todo lo que tenía que hacer;ya habría otra manera de hacer todo olvidando casarme con Daniel.

—sabes que te amo a ti, Ems y no quiero que nada estropee esto de nuevo, juro que no te fallare.—dijo preocupado tratando de convencerme. Y mis miedos desaparecieron casi por casi completo, o bien al menos se escondieron de nuevo.

—eso espero, no se si podría volver a pasar por lo de la vez pasada. —si podría volver a pasar por todo aquello ya que era fuerte a lo que me refería era que no sabia si esta vez podría actuar tan pacífica como lo hice.

—bueno,espero una vez mas que con lo que si puedas sea con una cena familiar. —Torci el gesto pero asentí, lo que me faltaba para rematar un día perfecto era una cena con Victoria frente a mi.

Después de un rato de charlar y después de una cena larga Conrad se llevó a Daniel y yo,lamentando mi mala suerte me quede con Victoria y Charlotte que aun ni siquiera se miraban entre ellas y de hecho, Charlotte se marchó una vez que Victoria intentó hablarle.

POV Daniel.

Llegamos a una casa que exteriormente era preciosa que estaba cerca de Manhattan,pero que después de un rato te dabas cuenta de que era horrible,pues escondía un millón de secretos...

—¿que hacemos aquí? ¿por que no me había enterado de ka existencia de este lugar? —pregunte tratando de que la respuesta no fuera lo que yo ya sabia.

—no sabias de este lugar porque no lo necesitabas. Ahora que estas apunto de casarte y has demostrado que eres un poco malo para cumplir cierta promesas... —se detuvo para mirarme esperando seguramente que me alegrara. —el secreto de estar felizmente casado,mi querido hijo, es la discreción. —dijo mi padre seriamente—cosa que no has sabido manejar. —y con eso supe para que era la dichosa casa.—ahora es mi turno de ceder este lugar así como mi abuelo a mi padre y mi padre a mi.

—no voy a ocultarle secretos a Emily.—dije convencido, sabiendo que ella encontraría la manera de enterarse y todo se iría a la mierda.

—puedes confiar en Harrison, él no le dirá nada a nadie de tus escapadas—dijo señalando al mayordomo que estaba en una esquina discretamente asintiendo.

—no quiero engañar a mi esposa. —dije pero se me olvido mencionar el "otra vez".

—bueno, no significó un problema en el pasado. —se río. —no me mal entiendas, Emily es adorable y siempre la he pensado como parte de la familia,una joya mas para la caja fuerte de los Grayson quienes siempre hemos tenido mujeres preciosas, tu madre es hermosa y lo era mas hace un tiempo,cuando me casé con Stephanye, mi primera esposa,era hermosa y parecía ser todo lo que un hombre quería pero con los años su belleza disminuyó, como con las joyas que no son auténticas y fue cuando Victoria Harper me robo el corazón, ella si que era autentica,un diamante en bruto cuando le conocí pero hoy que brilla en su apogeo me he dado cuenta de que fue mi mayor inversión,un tesoro autentico pero todos necesitamos... Distracción de vez en cuando y esta casa ha estado en la familia por ocho generaciones en las cuales ninguna de nuestras mujeres ha sabido nada,es como una casa de seguridad, aquí si que puedes tener a Sarah y Emily estará contenta no sabiendo nada en su mansión de princesa y tu amante no se sentirá meramente una prostituta—dijo y me guiño el ojo. —no te cases con tu amante,casate con Emily, si te aburres,cambias de amante pero no de esposa, las joyas preciosas nunca cambian su valor,no se degradan y todo el mundo las ama. En cambio las joyas de fantasía se hechan a perder rápidamente y pierden el brillo y todo el mundo lo nota, y es cuando las desechas antes de que tu quedes mal—y justo en ese momento sacó el collar que hace años le había dado a Sarah y lo tiro al suelo. —es toda tuya —me entrego la llave. Solo había una explicación lógica para que él tuviera ese collar, se había acostado con Sarah.

Revenge II: Las reglas de lo infinitamente infinito.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora