—¿Romper?
No lo podías creer.
Te miré a los ojos y asentí, tan en calma que me sorprendió.
—Romper.
—¿Exactamente "romper" qué, cariño? —dudaste, como si tuvieras esperanzas de que no fuera lo que era.
Y te lo agradecí.
Te agradecí la oportunidad de ser yo quien dijera las palabras, de ser yo quien cortara el ciclo.
ESTÁS LEYENDO
Un café para olvidar
Короткий рассказLyla sabía que un café no sanaría su corazón. No le devolvería el tiempo, ni las sonrisas. No purgaría sus lágrimas. No enmendaría sus sueños rotos. Pero, al menos, le concedería eso a Caleb. Sería la última cosa que haría por él. Le daría un café...