Te observé fijamente, sin pretender que escuchaba tu palabrería. Respiré profundamente y dejé que la frase volara fuera de mi pecho a través de mi boca.
—Quiero romper.
Fue liberador. Fue un gran primer paso.
Y fue tu sonrisa perfecta desvaneciéndose.
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Un café para olvidar
ContoLyla sabía que un café no sanaría su corazón. No le devolvería el tiempo, ni las sonrisas. No purgaría sus lágrimas. No enmendaría sus sueños rotos. Pero, al menos, le concedería eso a Caleb. Sería la última cosa que haría por él. Le daría un café...
