XXVI

11.3K 1.7K 59
                                    

—¿Por qué? —me preguntaste, frunciendo el entrecejo.

Estabas tan desconcertado.

—No voy a casarme contigo —te dije—. No el año que viene, no ahora y no nunca.

—¿Por qué? —insististe—. Lyla, cariño, ¿por qué me haces esto?

Me sujetaste el rostro con ambas manos y nos miramos a los ojos. La desesperación nublaba tu mirada. Pero no era por perderme a mí, era por lo que perdías al romperse nuestro compromiso.


Un café para olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora