XI

12.7K 1.7K 48
                                        

—Ordené tu pastel de nuez favorito para compartir —me dijiste con esa ternura fingida que siempre me resultó tan malditamente verosímil. Te respondí con un gesto casi imperceptible y las comisuras de mis labios pretendiendo dar vida a una sonrisa, frunciste el ceño y usaste dos dedos para levantar mi barbilla—. ¿Te pasa algo? —me cuestionaste, sonando preocupado.

No te creí, Caleb.

De sobra sabía lo poco que te importaba.


Un café para olvidarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora