—Ordené tu pastel de nuez favorito para compartir —me dijiste con esa ternura fingida que siempre me resultó tan malditamente verosímil. Te respondí con un gesto casi imperceptible y las comisuras de mis labios pretendiendo dar vida a una sonrisa, frunciste el ceño y usaste dos dedos para levantar mi barbilla—. ¿Te pasa algo? —me cuestionaste, sonando preocupado.
No te creí, Caleb.
De sobra sabía lo poco que te importaba.
ESTÁS LEYENDO
Un café para olvidar
Historia CortaLyla sabía que un café no sanaría su corazón. No le devolvería el tiempo, ni las sonrisas. No purgaría sus lágrimas. No enmendaría sus sueños rotos. Pero, al menos, le concedería eso a Caleb. Sería la última cosa que haría por él. Le daría un café...
