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Capítulo XXVIII:
Ojalá Tatiana se equivocara alguna vez.
Ese fue lo primero que se me pasó por la cabeza en el momento en el que la reina ordenó que nos detuvieran. Se puso histérica, gritando a los guardias, que estaban ocupados con los rebeldes. Ella mismo ordenó liberar a todos los capturados con tal de detenernos a nosotros. Paul tenía razón: ella estaba loca.
Llevábamos un día en los calabozos y, aunque algunos de los nuestros habían conseguido escapar durante la noche, la mayoría estábamos condenados a pena de muerte. La verdad, no me importaba morir. Lo que realmente me importaba era no poder vengar la muerte de mi familia y la masacre de mi pueblo.
El guardia que me acompañaba me obligó a arrodillarme, tirándome del pelo hacia abajo. Observé el lugar desde mi posición. Era una especie de carpa que habían levantado en la plaza central de Nueva Atlanta. Mucha gente del pueblo estaba dentro. Preferí pensar que era por la curiosidad de ver a los famosos valgics y no por las ganas de presenciar nuestra ejecución.
Los monarcas estaban sentados frente a mí en sus tronos. La reina me miraba con desprecio y odio, el rey con arrogancia. Maldito fuera el día en que nacieron. También vi a Valerie, sentada al lado de su madre. ¿Qué clase de padres querían que su hija presenciara una ejecución? Observé que tenía los ojos rojos y le temblaba el labio inferior. Le sonreí dulcemente, tranquilizadora, transmitiéndole que todo estaba bien. Ella no tenía culpa de nada.
Se formó un gran revuelo a mi derecha, justo en la puerta por la que había entrado minutos antes. Sonreí al ver a Roza agitándose en brazos del guardia que la llevaba. Cómo no.
-Ich Hoffnung teilen sie ein Strahl, Sie geben Sie eine Klippe voller Brennnesseln und verletzen Sie ein Kaninchen! Und nicht unbedingt in diesem bestellen!
El silencio ocupó la sala después del grito de Roza. Sí, olvidé decir que era de los EIE, concretamente de Alemania, y que cuando estaba enfadada hablaba en su idioma paternal.
Se arrodilló a mi lado, no sin antes gritar algunos improperios más en alemán.
Luego entraron Tatiana, Arina y algunos hombres de su confianza. La última fue Sybil·la, a la que colocaron a mi lado. Antes de que pudieran obligarla a arrodillarse, el rey bajó de su trono y se acercó a ella. Le habló bajo, pero no lo suficiente como para que no lo pudiera oír.
-Oh, hermosa Sybil·la. ¿Cuánto hacía que no nos veíamos?
-No lo sé, ¿tal vez siete años? De todas formas, se me ha hecho corto. Ojalá no tuviera que verte nunca más en la vida.
El hombre levantó una mano y le agarró la cara con ella, inmovilizándola y aplastando sus mejillas.
-No te preocupes por ello, pronto morirás-la sonrisa arrogante del rey desapareció-Oh, Sybil·la... Te dije que vinieras conmigo. Yo te habría dado todo, habría puesto el mundo a tus pies. Y aún ahora lo haría. Piénsalo, la India y Nueva América unidas... para siempre. Sométete a mí, acéptame y controlaremos el mundo, juntos.
-Me das asco... y pena. Siempre has sido un necio y un loco.
-Cierto, lo elegiste a él antes que a mí-el rey continuó como si no hubiera oído las palabras de mi amiga-. Y eso nunca te lo perdonaré. Morirás y me olvidaré de ti. Sí... lo haré. No eres nadie, mi hermosa Sybil·la.
Arañó la mejilla de la pelirroja, haciendo que la sangre manchara la parte izquierda de su cara, y la empujó para que cayera al suelo. Se inclinó levemente y tiró de uno de sus collares, arrancándoselo.
-Y esto es mío, pequeña y hermosa ladronzuela.
El guardia la arrastró hasta ponerla de nuevo a mi lado.
La reina hizo un gesto a los soldados que estaban en fila detrás de nosotros: nuestra sentencia de muerte. Cerré los ojos con fuerza. Si eso era el final, solo me arrepentía de dos cosas. La primera era no haber podido cumplir mi promesa. La segunda, no haberme podido despedir de Paul.
Se oyó ruido metálico. Y, luego, todos los disparos al unísono.
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*¡Ojalá te parta un rayo, caigas por un precipicio lleno de ortigas y te viole un conejo! ¡Y no necesariamente en ese orden!
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¡Holis!
¿Qué tal?
¿Habéis tenido la suerte de no coger el típico resfriado de final del verano?
Yo no :(. Cada año me pasa igual, justo al final del verano me resfrío. Espero que vosotros estéis mejor.
¿Qué os ha parecido el capítulo?
¿Y la forma de actuar del rey?
Que levante la mano quien crea que está loco ._./ .
Roza es una mal hablada :0. Y que conste que no ha salido a mí, I'm an angel :3.
Okey, y, ahora, dejadme aclarar una cosa: la historia no termina aquí. Confiad en mí, no soy tan cruel como para dejaros con este final frío y sin sentimientos. Soy mucho más cursi que eso (ya lo habréis comprobado). Recordad: 31 capítulos, sin contar el prólogo y el epílogo. D: ya queda muy poco.
Muchas gracias a todos los que habéis leído hasta aquí, y si os gustan mis capítulos no dudéis en darle a la estrellita ;). También que sepáis que aprecio mucho vuestros comentarios, así que gracias por molestaros en dejarlos.
Siento no haber podido actualizar antes, pero no he encontrado el momento y además no he tenido muy buena tarde, si a eso le sumamos los molestos virus que causan los resfriados...
Abrazos de esta congestionada escritora,
Constança :* .
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Valgic.
FantasiaValgic: tal vez el futuro no sea como imaginamos. Después de años, la humanidad vuelve a evolucionar, aunque el desarrollo no llega para todos. Solo a los Valgic. Pero después de ayudar a los humanos comunes a librarse de su esclavitud, éstos empiez...