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–¿Cuánto tiempo más estaremos aquí? –Se quejó Ethan.

–¡Cállate! –Gritó Richard. Todos se asustaron ligeramente. –Ya me lo has preguntado 3 veces, si quieres largarte, ¡Lárgate, igual que mi hijo! –Lo amenazó. Ethan tragó saliva.

–Justin se fue por que no era feliz con nosotr... –Christian iba a continuar, pero fue interrumpido.

–Él no se fue por eso. –Habló Ryan. –Él se fue por la chica, estoy seguro.

Hubo un silencio en la habitación del hotel.

–Es un idiota, un completo idiota por habernos abandonado. –Dijo Ethan. Richard le dio un trago a su cerveza.

–Podemos seguir sin él. –Afirmó Christian.

–Por supuesto que podemos. –Dijo Richard. –Pero, ustedes saben que nadie puede abandonarnos... ya nos abandonó Chaz años tras, y saben que terminó bajo tierra. Lo mismo le pasará a Bieber. Debió pensarla dos veces antes de largarse por la modelo. –Amenazó.
Todos se quedaron callados. Ryan sintió como si le estrujaran el estómago al escuchar eso, y no entendía porqué.

–Pero es tu hijo... –Susurró Ryan. –No puedes hacerle eso a él... –Dijo, con miedo en sus palabras. Miedo a lo que Richard pudiera contestarle.

–Exacto, por eso lo harás tú. –Afirmó Richard, señalando a Ryan.

Todos se quedaron sorprendidos. Ryan abrió la boca de golpe. Sus ojos se pusieron en blanco.

–¿Qué? Pero... es que, no puedo hacerlo... –Sintió como ese estrujón en su estómago crecía. Dios, se dio cuenta de lo importante que era Justin para él. Esto estaba afectándole. –Él es mi amigo...

–¡ERA! ¿Entiendes? ¡Lo era! Ya no es amigo de ninguno de ustedes, compréndalo, no sean imbéciles. Nos abandonó, ¡ABANDONÓ! ¿Y saben qué es lo peor de todo? Que lo hizo por una chica que ni siquiera conoce. Jodido idiota. Así que lo harás, Butler. Sin discusiones, vamos a encontrarlo y cuando lo hagamos, lo matarás tú. –Dijo, con voz fuerte.

Todos permanecieron quietos. Ryan sintió de nuevo esa pesada carga arriba de él. Esto no podía ser cierto... él había matado a muchas personas en su vida... si, era un asesino. Pero matar a... ¿Justin? ¿El único amigo que había tenido en su vida? ¿Sería capaz de hacerlo?

–Richard tiene razón, Ryan... –Susurró Christian, con rostro triste. –Justin nos abandonó. Significa que no éramos nada para él...

Ryan tragó saliva. Un extraño nudo empezó a formarse en su garganta.

–¿Lo harás? –Preguntó Richard, observándolo fijamente, amenazante. Ryan sintió que las manos le empezaron a sudar. Estaba nervioso... empezó a pensar y a pensar. Hasta que de pronto, su conciencia habló por él.

–Lo haré.


Si, esa era su conciencia hablando. Pero su corazón... no.



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–Es aquí, gracias. –Dijo Rosalyn, pagándole el dinero al hombre del taxi.


–Que pasen buena noche. –Finalizó el señor. Justin y ella se bajaron del auto. Ahora, estaban parados frente a un hotel, prácticamente en medio de la nada. Estaba a las afueras de la ciudad, solamente estaba el hotel, una gasolinera y una tienda. A los alrededores, estaba repleto de árboles. Era algo... terrorífico.

–¿Segura que está en servicio? Presiento que ahí dentro matan gente. –Susurró Justin. Ella soltó una risita.

 –Si lo está. Vamos. –Contestó ella.

Detrás de los Mester. 1temDonde viven las historias. Descúbrelo ahora