Especial 4000 leídas. NaruHina.

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Narra Naruto
Siempre había estado enamorado de Sakura, o al menos eso creía. Con el tiempo ese amor que creía sentir se había ido apagando, esfumándose en el aire como el humo de una chimenea. Me mantenía unido a ella por el deseo de traer de vuelta a Sasuke de ambos. Y al final todo el ferviente amor que Sakura le ha profesado a Sasuke no le ha servido de nada, pues en el corazón no se manda y Sasuke se ha enamorado de otra persona. Comprendí esto hace mucho tiempo, pero nunca pensé que me enamoraría de otra persona, y mucho menos de ella. Ella... tan pequeñita y de apariencia frágil, pero tan fuerte a la hora de defender a los suyos, con un corazón tan grande, tan tímida... Ella siempre vigilándome, siguiéndome y preocupándose por mí desde las sombras por miedo y vergüenza a mí. Hasta que finalmente se atrevió a confesármelo. Ese "Naruto, te amo" encendió una nueva llama en mí, algo que no creí sentir nunca. Y ahora me encontraba caminando muy nervioso hasta su casa para recogerla, tenía pensado pedirle matrimonio y me iba a morir de los nervios y la emoción. Al fin llegué a la mansión Hyuuga. Toqué y me abrió Hanabi.
N:Hola, pequeña, ¿está tu hermana?

Han:Sí, está terminando de arreglarse, pasa mientras a la sala si quieres.-asentí y pasé. El padre de Hinata me recibió con una gran sonrisa.

PH:De todos los chicos que hay en Konoha el último con el que pensé que podría salir mi hija es contigo, sinceramente.-se carcajeó.-Pero no te preocupes, no es que te desprecie, si no que no me lo esperaba. Tú sólo trata bien a mi preciosa Hinata y hazla feliz, entonces nos llevaremos bien tú y yo.-asentí con una sonrisa nerviosa.

N:No se preocupe señor Hyuuga dattebayo.-en ese momento bajó Hinata y se me cayó la mandíbula al suelo. Estaba preciosa. Tenía puesto un precioso vestido color lavanda, de mangas largas. A la altura de la cintura tenía un lazo del mismo color, pero adornado con flores blancas. El resto del vestido era recto hasta la rodilla. Era muy elegante y la hacía parecer toda una mujer. Llevaba zapatos de tacón pequeño a juego com las flores del vestido, y el pelo hecho ondas y lleno de flores. Se había maquillado un poco. Iba sencillamente despampanante. Me sonrojé nervioso y me acerqué a ella.-Me dejas sin palabras, Hinata dattebayo. Estás realmente preciosa dattebayo.-Hinata me sonrió sonrojada y salimos de la casa.

PH:¡Que os divirtáis chicos!¡Pero no demasiado Naruto!-Hinata se escondió en mi pecho muerta de la vergüenza y yo no sabía dónde meterme. Aproveche el abrazo para besarle la cabeza. Su pelo olía a lavanda, me pasaría mi vida entera respirando su aroma. Seguimos caminando abrazados hasta llegar al lugar donde yo quería llevarla.

N:¿Te gusta dattebayo?-Hinata observó la escena que tenía delante con la boca abierta. Estaba atardeciendo. El cielo era de una mezcla entre rojos, violetas, naranjas y amarillos. Aún no era de noche pero había oscurecido, por lo que la escena siguiente fue aún mejor. Hinata se encontró con un pasillo enmarcado por árboles de cerezo decorados con velas, estaba iluminado de una manera preciosa (gracias a mi hermana que me ayudó) y los petalos de cerezo cayendo le daban aún mas elegancia al pasillo. Hinata estaba al borde de llorar de emoción.-Aún no has visto todo dattebayo.-le ofrecí mi mano y Hinata la tomó sonriente. Caminamos a lo largo del pasillo de cerezos, a través de los pétalos y las luces... era como un sueño. Finalmente llegamos a un semiclaro rodeado de cerezos (también iluminados) y donde en el otro extremo se podía observar toda Konoha. Había preparado un mantel de picnic lleno de velas y flores; y le había preparado la cena. Le dije que se sentara en el mantel y saqué un ramo de rosas del cesto de picnic. Se lo entregué.-Espero que todo esto sea de tu agrado Hinata dattebayo.

Hi:N-Naruto-kun, no sé qué decir, me has dejado sin palabras con todo esto que has hecho por mí.-sonrió sonrojada. Cenamos entre risas, historias curiosas de Konoha, anécdotas en misiones... hasta que llegó el esperado momento. Le pedí que se levantara y me arrodillé. Saqué de mi bolsillo la caja con el anillo y tomé aire profundamente.

N:Hinata Hyuuga, quizá nunca fui un chico 10 ni llegue a serlo, solo se que con la ayuda de una mujer 10 como tú puedo ser alguien mucho mejor. Siempre has estado velando por mí aunque yo no pudiera verlo dattebayo, y he aprendido a quererte de una manera que no puedes imaginar. Por eso quiero que te cases conmigo dattebayo, ¿aceptarías a este idiota por esposo?-Hinata me miraba con los ojos como platos y una gran sonrisa en la boca.

Hi:S-sí, claro que quiero Naruto-kun.-me levanté feliz y la tomé en brazos dándole vueltas. Finalmente, la besé de manera dulce y suave. Al fondo, una hilera de cerezos en flor iluminados enmarcaba la escena. Al otro lado, una preciosa Konoha iluminada era testigo del más puro de los amores.

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4000 leídas *_* no me puedo creer que esté llegando tan lejos esta novela, de verdad. Mil gracias por apoyar Amaterasu desde el principio, sois las mejores lectoras del mundo entero. He pensado que si queréis conocerme más me hagáis preguntas (las que sean, las responderé) al final del capítulo final de la nove (demasiado final) así que comentad!!un beso^^

Amaterasu (Itachi Uchiha)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora