Acomodó su cabello por última vez frente al espejo, dirigió su mirada hacia donde yacía la conquista de la noche, suspiró alejando el deseo que nacía en su interior, dándole paso a la indiferencia.
-Despierta ya, se ha acabado. -habló seco cuando se encontró al lado de la mujer.
- ¿Sehun? -lo miró somnolienta. -Bebé, vuelve a la cama. -se acomodó nuevamente.Se pasó la mano por el rostro, intentando controlar la ira, contó hasta diez mientras destapaba de un tirón a la chica.
-Levántate, vístete y vete.
-Pero...
-¡Qué te vayas! -rechinó los dientes, molesto.Bastaron unos cuantos minutos para ver como la chica se marchaba molestaba ante el comportamiento de él, Sehun evitó reír sabiendo que siempre sería igual, jamás cambiaba, los humanos deseaban más de lo que podían tener.
Cojió las llaves de casa y su celular, anhelando olvidar aquel desastre de la mañana. Alzó gustoso el pecho al sentir el rugir del motor bajo sus pies, recorrió las calles de Seúl en su motocicleta, captando la atención que quería de las personas, el deseo latente en cada uno de ellas, las auras rojizas en todo su esplendor.
Se detuvo frente al apartamento de quien era su mejor amigo.-¿A qué se debe el placer de recibir al fabuloso Oh Sehun?
-No me jodas ahora y dame un vaso de whisky. -se lanzó al sofá, percibiendo cada fibra de éste en su piel.Jongin regresó a él, tendiéndole el trago mientras expulsaba a un lado el deseo que sentía por su amigo. Sehun era apetecible, su cuerpo implacable, sus ojos rasgados, sus labios, era un ser exquisito. Lo observó beber, fijando sus ojos en la garganta de él, soltando un jadeo de placer al verlo tragar. Era imposible, él era hijo de un demonio, Jongin también lo era, nunca se fijaría en él. La envidia y la lujuria, entre ellos era prohíbido.
-Puedo ver y sentir cómo me deseas, Kai. -dijo riendo mientras soltaba el apodo de su amigo.
-¿Es culpa mía que seas tan... así?Solo recibió una mirada triunfal y una de las tantas sonrisas comprometedoras del hijo de Azael.
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Akatharto [Editando]
Fanfiction"¿Acaso no sabéis que los malvados no heredaréis el reino de Dios? ¡No os dejéis engañar!" (Corintios 1, 6:9-10) Oh Sehun ha dominado con su seducción y atracción a la humanidad, desatando el deseo en cada ser que alguna vez lo haya contemplado. Co...