Capítulo III

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Luhan se despertó a medianoche sudando, jadeó deseoso, desde aquel suceso en el trabajo había tenido el mismo sueño durante tres noches; su cuerpo bajo aquel joven desconocido, gimiendo, aferrándose a los hombros de él jadeando de placer, el deseo, los besos, las caricias, el aroma a sexo, todo tan real, tan erótico.
-Dios ¿qué es esto? -se sentó en la cama, luego de abrir la ventana.

El viento frío del invierno lo golpeó,  miró la luna que iluminaba tenuemente su habitación. ¿Qué o quién era esa voz? ¿Por qué la oí? Suspiró pasándose las manos por el cabello, de seguro es la falta de sueño, ojalá sea eso.
Sintió pasos a las afueras de su cuarto, vió la sombra de alguien, de seguro era Kyungsoo y su manía de beber leche tibia a medianoche, rió para sus adentros.
-¿Lu? -habló suave a su puerta. -¿Estás despierto?

Sonrió saliendo de la habitación, bajó junto a Kyungsoo, se sentó mientras el pelirrojo calentaba algo de leche.
-¿Kyung?
-Dime, Luhan. -bostezó.
-¿La gente puede... hablar en la mente de otras? -murmuró cohibido.
-¿Cómo?
-Nada, déjalo, ha sido un sueño.

Asintió mientras servía la leche ya tibia, Luhan bebió con gratitud, le sonrió a su amigo mientras éste limpiaba su boca con la manga de su camiseta.
-Lu, los sueños son nuestros anhelos prohíbidos.

El nombrado suspiró con recelo ¿acaso deseaba tanto a aquel desconocido? ¿Volvería a verlo algún día? La preocupación y la tristeza, lo abrumaron.

Sehun rió mientras Jongin le tendía otra cerveza, acarició descaradamente los muslos de la muchacha sobre sus piernas, gimió cuando comenzó el pequeño vaivén que le daría paso a una noche de sexo. Kai alzó su trago dándole la bienvenida a un grupo de chicas que se le acercaban, y lo notó, de un momento a otro, el aura de Sehun no era rojiza, era gris, algo le preocupaba, algo no común.

¿Sehun? ¿Todo bien?
-Vámonos, hoy no.

Akatharto [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora