Observó el cuerpo de Sehun, su espalda ancha, su angosta cintura, sus piernas fuertes y firmes, ahora cubiertas por la ropa, bajó la vista hacia sus pies ¿qué era él al lado de aquel hombre? Cerró los ojos, anhelando que la tortura acabara, queriendo estar solo en su habitación; había sido presa del deseo, se había entregado. ¿Por qué Luhan? ¿Acaso no fuiste capaz de razonar? Sacudió la cabeza, ignorando aquella punzada de dolor.
Sehun suspiró sabiendo que el mayor pensaba en él, le había entregado el placer, el deseo carnal, pero ¿por qué su aura aún poseía ese resplandor blanquecino? Luhan ya no era un hombre puro, su alma había rogado por alcanzar el enlace primitivo y genésico.
-Luhan.Perdido en lo interesante que podrían ser sus pies, no oyó el llamado tosco y demandante de Sehun, inhaló profundo ansiando eliminar aquellas preguntas sin respuestas que formulaba su mente ¿alguna vez Shì Xūn sentiría algo por él? ¿Sus precipitados sentimientos serían correspondido?
-Luhan, te estoy hablando.
-Déjame... -susurró.
-Mírame cuando te dirijo la palabra.
-Soy mayor que tú, me debes respeto...
-Las cortesías no son lo mío. -discrepó evitando enfadarse.
-Yo tampoco lo soy...Huyó del castaño cuando intentó agarrarle del brazo, no quería sentir como un simple toque de Sehun hacía a su piel arder, se escondió en el baño, encerrándose, apoyando su frágil cuerpo contra la puerta, abrazando sus piernas. No te acerques, no me toques; repitió Luhan en su mente.
Sollozó cuando sintió como el hijo de Azael golpeaba la fría madera con sus puños; le había robado lo único que poseía, lo único que alguna vez cuidó.
-¡Luhan, abre! ¿Acaso negarás que lo disfrutaste? -rió frívolo.
-Déjame, vete...Jamás. Eres mío, Lu.
-¡Cállate, no sigas! -lloriqueó deseando no escuchar la voz de Sehun.
Ven a mí, aún me deseas, puedo sentirlo.
-Duele, por favor... Vete... No sigas, tan solo déjame... Tú no, no me quieres...
¿Quererte? Joder ¿eres un quinceañero aún? ¿Te enamoraste, ya? ¿Tan rápido? Pensé que eras listo, dulzura.
-Shì Xūn, vete...
Escuchó los portazos provenientes de la ira de Sehun, lloró en silencio en el suelo del baño, jaló sus cabellos, la frustración, el arrepentimiento, todo eso acabaría con él, con su raciocinio.
Pisó la colilla del cigarrillo con fuerza ¿acaso era un plan de Lucifer? Se pasó la mano por el rostro, abatido, buscando alejar a Luhan de sus pensamientos, el vínculo estaba hecho, el pecado había sido implantado. Alzó la vista hacia el cielo cuando los Legionarios comenzaron a hacer su trabajo, quizás el asignado a Luhan ya estuviese incitándolo a atentar contra su vida.
-¡Lu, hemos llegado! -exclamó Kyungsoo, subiendo las escaleras. -¿Lu?
Ahogó su llanto, poniéndose frente al espejo, escuchó las pisadas de sus amigos acercándose a su habitación ¿cómo fue capaz de entregarle todo a quién no lo amaba, que ni siquiera lo respetaba? ¿Dónde estaba su consciencia?
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Akatharto [Editando]
Fanfiction"¿Acaso no sabéis que los malvados no heredaréis el reino de Dios? ¡No os dejéis engañar!" (Corintios 1, 6:9-10) Oh Sehun ha dominado con su seducción y atracción a la humanidad, desatando el deseo en cada ser que alguna vez lo haya contemplado. Co...