Akatharto [Editando]

Capítulo VI

Sintió el frío en su espalda, intentó acomodarse para seguir durmiendo, pero chocó con un torso desnudo, suave  y fornido. Abrió los ojos de golpe encontrándose con Sehun, lo empujó haciendo que despertara.
-¿Qué haces aquí? ¡Sehun, no te duermas! -lo zarandeó.
-Es temprano aún.

Se levantó, suspiró abriendo las cortinas, inhaló profundo mientras se estiraba. Bostezó mientras se pasaba las manos por el cabello, sintió la mirada de Sehun en su espalda.
-Lindas vistas que me das, dulzura.

Miró sus ropas, cayendo en cuenta de que solo vestía unos bóxers y una remera ancha, se avergonzó.
-¿Cómo es que tú...
-Anoche, te desmayaste en mis brazos a causa de la borrachera, hablé con Baekhyun y te traje.

Asintió mirando a Sehun con desconfianza, caminó hasta su armario sacando una toalla, se la colgó al hombro mientras se estiraba nuevamente.
-¿Sehun? ¿Tú... -el nombrado lo observó atento. -Olvídalo.
-Luhan, dilo ya.
-¿Tú me hablas?
-Claro ¿acaso no lo hago ahora? -habló sarcástico.

Sehun lo entendía, Luhan quería saber por qué oía sus pensamientos, se puso de pie abrazándolo por la cintura, aún cuando él le daba la espalda, apoyó su mentón sobre la cabeza del rubio.
-Tu aura está gris, cariño. No te preocupes por nada.
-¿Mi, qué? -murmuró abrumado por el aroma que expulsaba la lujuria.
-Tu esencia, eres tan puro.

Gimió suavemente subiendo sus manos hasta engancharlas en el cuello de Sehun, estaba embriagado, demasiadas sensaciones, excitación, deseo, pasión. Las caderas del menor golpearon su trasero, arqueó la espalda sintiendo las manos ajenas sobre su miembro.
-Tómame...

Sehun se quitó los bóxers y los foráneos, gruñó cuando el de ojos almendrados meneó las caderas de una manera erótica, humedeció dos de sus dedos con la lengua, rozándolos contra la entrada de Luhan, dió pasó a la lujuria pura cuando el mayor gimió ante sus caricias.
-Dios, Sehun... Más, por favor...

Introdujo los dedos sintiendo la estrechez que poseía, la vista se le nubló cuando Sehun comenzó a besar su cuello una vez que sus manos le libraron el camino, siguió a tientas las pisadas del menor, bastó solo un segundo separados para que el hijo de Azael retomara sus acciones anteriores.
Mordisqueó los pezones de Luhan, luego de quitarle la remera, haciendo que el cuerpo de éste ardiera de pasión.
-¡Penétrame ya! -exclamó jadeante deseando la liberación.

Soy tu deseo más íntimo y recóndito, jamás te sentirás satisfecho y anhelarás que mi cuerpo esté unido eternamente al tuyo, pero no será así y la lujuria se aferrará como un círculo vicioso.

Luhan se arqueó ante la dura estocada que le arrebata su virginidad, las palabras alguna vez recitadas por Baltazó, ahoras dichas por Sehun, abrumaron su mente, aferró sus manos a  los hombros del castaño, gimiendo entrecortadamente mientras comenzaban un vaivén lento, pero primitivo, la cabeza le daba vueltas, su pecho ardía y los besos de Sehun confundían sus emociones.
El aura de Luhan se fundió con la de su amante, las manos ajenas jalando sus caderas buscando profundidad, gimió mordiendo su labio inferior, sus piernas envolvieron la cintura del menor cuando éste golpeaba su próstata, el sudor cubrió sus cuerpos,
-Sehun... No pares... -gimió enterrando sus dedos en el cabello del castaño.

El ángel de la guarda rezó, soñando haber librado el alma de Luhan; el mayor arañó la espalda ajena sintiendo todo su cuerpo tensarse.
-¡Shì Xūn! -exclamó jadeante el nombre de su amante en su lengua natal, liberando su orgasmo.

Lo mejor que he oído, cariño.