Capítulo IX

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Un ardor se estableció en su pecho, el dolor era cada vez más insoportable; dejó que Sehun lo guiara, no podía reprochar ni siquiera tenía el valor de alzar la mirada, sus ojos fijos en el asfalto. Inhaló profundo, notando como la mano ajena ejercía presión en su nuca, apurando sus pasos. Inconscientemente pensó en Kyungsoo, ni pudo decirle algo, cuando lo intentó Sehun ya lo había sacado del apartamento.
-Déjame, no quiero ir contigo... -susurró sin fuerzas.
-Irás conmigo y punto.
El hijo de Azael avanzó entre la multitud, observando cada aura, cada ángel de la guarda que le hacía ver su abrumadora realidad; dirigió su atención al de cabellos rubios por un segundo ¿cómo explicar lo que él era? Sacudió la cabeza ligeramente mientras sentía el cuerpo de Luhan tensarse contra su agarre.

El olor a cigarrillos y alcohol invadió sus fosas nasales causándole repugnancia, se dignó a mirar a Sehun ¿Acaso me ha traído a un bar?, pensó. Eliminó ese pensamiento de su mente al ver a un gentío sentado a lo largo de mesa, su vista se centró en la cantidad de hombres de su edad, incluso menores, ubicados en sillas alrededor de aquel banquete, sin participar de él. Miró a Shì Xūn esperando que le explicará algo, pero nada sucedió, continúo siendo guíado por él.
-Quédate aquí. Iré a ver a mi padre.

Sehun avanzó hasta Azael, dándole una sonrisa burlona mientras hacía una reverencia, el rubio ahora lo entendía, aquel hombre del vino rosado era su padre, ignoró lo estúpida que era aquella conclusión. El castaño sintió la mirada de Luhan penetrar su espalda cuando una de las tantas mujeres posaba una mano sobre su hombro.

Luhan, no te alteres. No hagas nada.

Besó la mano de la mujer, apreciando como su aura flameaba de excitación, pasó de ella dirigiéndose a Luhan, suspiró cuando sus pasos fueron detenidos por un agarre en su nuca.
-¡Miren, hermanos, qué tenemos aquí! -exclamó uno de los hombres, Mammon.
Sehun se zafó soltando una risa burlona, acomodó su cabello para luego extender su mano hacia su acompañante el cual la recibió buscando refugio.
-Señor, tanto tiempo. -saludó inclinando su cabeza, dió un suave codazo a Luhan, quién le imitó.
-¡Nos honras con tu presencia, hijo de Azael! -canturreó bebiéndose la copa de vino.

El bullicio y las aceptaciones de los demás no tardaron en llegar, cualquier duque o demonio sabía cuán importante era la existencia del hijo de Lucifer y Azael; Luhan se sorprendió al captar el respeto que imponía Sehun frente aquellos hombres que no le simpatizaban para nada, los vellos de su cuerpo se erizaron al ver a aquel moreno.

No mires más de lo que es prudente, dulzura, no querrás crear un caos.

-Sehun... -decidió no seguir hablando cuando otro hombre se les acercó, su estatura dominante, sus rasgos faciales afilados tan parecidos a los del castaño más el repentino silencio del resto de las personas, sorprendieron a Luhan.
-Amo Lucifer.
Evitó soltar un exclamación cuando notó a Shì Xūn en ese estado tan sumiso, diciendo esas palabras, ante aquel hombre, se atrevió a mirar a los demás dándose cuenta que todos emanaban el mismo respeto.
-Sehun, no esperaba verte por aquí. Me alegra que hayas venido, hijo.

El castaño asintió al oír las palabras de su otro progenitor, alzó la cabeza una vez que éste se hubo ido. Luhan lo miró con extrañeza ¿acaso había oído mal? Las palabras ya escuchadas se repitieron en su mente ¿Azael? ¿Lucifer? ¿Dos hombres? ¿Por qué alguien de llamaría así? ¿Sehun? Sintió como éste último le brindaba lentas caricias en el dorso de la mano.
-Te explicaré todo, luego. Ahora ven, al amo no le gusta que lo hagan esperar ni menos en su fiesta.

Sehun aspiró el humo del cigarrillo mientras cuestionaba sus acciones con su vista fija en la espalda de Luhan quién hablaba con Junmyeon y Zelo ¿Cómo se había atrevido a traerlo? De seguro, estaba loco. Un apretón en el hombro lo desvió de su atención, miró a Jongin expectante, esperando sus palabras.
-Nuestro Señor, quiere que vayas a él con Luhan.
-¿Es joda, Kai? -no recibió una respuesta concreta, solamente una negación de cabeza mientras su amigo lo dejaba.

Lu, ven conmigo ahora y no te apartes.

Akatharto [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora