La piel de su nuca se erizó al contacto con la mano fría de Lucifer, continuó con la cabeza gacha mientras Sehun lo sostenía del brazo, un impulso vomitivo lo azotó cuando el olor a azufre le llegó a la naríz.
Aquel duque lo percibió, una corriente eléctrica recorrió su cuerpo, la carne tibia de Luhan palpitando contra sus lánguidos dedos, apartó la mano e inhaló el aroma dulce que él expulsaba.
-¿Quién eres?
-Yo... Pues, soy Luhan. -recibió un codazo sútil por parte de Sehun. -Luhan, señor.
-No he preguntado tu nombre.
-Padre, no lo fastidies. Él no es como nosotros.El rubio abrió los ojos ferozmente ¿qué no era como ellos?, pensó. Su mente divagaba en cada palabra extraña e inusual que los allí presentes habían dicho, los nombres extraños que había oído ¿acaso aquel lugar era una secta que veneraba al infierno? Suspiró profundo, alejándose de Sehun, miró al hombre frente a él a los ojos, dejando atrás aquella punzada de cobardía que lo atacaba.
-Ya le he dicho mi nombre, no sé que más quiere... -sus palabras fueron interrumpidas.
-Me sorprende que seas tan puro, tu aura es realmente extravagante, tienes una luz especial, Luhan, puedo sentir tu pureza virginal.
-¿De qué hablas, padre? Luhan no es virgen. Ni menos puro.El de cabellos claros los miró atónito ¿acaso su vida sexual estaba siendo mostrada? Fulminó a Sehun con la mirada, su respiración acelerándose mientras todo ocurría ante sus ojos. Lucifer cogiendo a su hijo del brazo con fuerza mientras le reclama la pureza de Luhan.
-¡Me he acostado con él, padre!
Sehun aferró una de sus manos a la estrecha cintura del rubio a medida que las auras de ambos se fundían entre sí.
-No puede ser. ¡Maldición! -gritó enfurecido Lucifer.Azael se acercó, posando sus manos en los hombros fornidos de su amo, esperando transmitirle calma.
-¿Qué sucede, Señor? ¿Sehun lo ha molestado?
-Calla, Azael. -siseó para luego hablarle a su hijo. -¡Quiero que lo saques ahora de aquí! ¡No quiero volver a verlo y tú tampoco lo harás!
-¿Acaso estás jodiéndome?
-Sehun, haz caso a tu padre. -murmuró Azael.
-¡No! ¿Por qué de la nada tanta repulsión hacia un impuro, eh? -reclamó Sehun, escrutando a sus padres con la mirada.Luhan se encogió deseando que aquella discusión terminara, sentía la mirada de todos sobre su espalda, rogó mentalmente a Shì Xūn para que lo sacase de allí, observó de reojo a los tres hombres frente a él, por un momento se permitió contemplar la belleza de Azael y Lucifer, pero todo se vio interrumpido con un grito ensordecedor.
-¡No podemos estar cerca de un akatharto! ¿Acaso olvidas qué somos? ¡Demonios, Sehun, somos demonios!Luhan, no lo escuches.
Sehun bajó la vista hacia su acompañante quién comenzó a alejarse de él cuando la realidad lo azotó: su Shì Xūn era un demonio, todos los de allí lo eran, era un akatharto; a pesar de que no sabía lo que eso significaba, mas lo creía, se vio revelado al igual que un libro cuando se comienza a leer. Su mente se abrumó mientras verdades ocultas se aferraban a sus pensamientos, lo entendía todo, pero a la vez quería negar cada palabra oída.
-Luhan ¿me escuchas?
Las manos de Sehun se posaron en sus mejillas, buscando conectar sus miradas, sacudió su cabeza alejándose del agarre, se sintió pequeño e indefenso.
-No me toques, Sehun. No lo hagas.
-Luhan...
-Sácame de aquí y dime que todo es mentira.Lo siguió cabizbajo, evitando cada par de ojos que se posaban en él, se abrazó a sí mismo, intentando asimilarlo todo.
No te bloquees, lo entenderás.
-Me lo ocultaste, me engañaste...
Lo siento, Luhan.
-No me mientas más, no más...
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Akatharto [Editando]
Hayran Kurgu"¿Acaso no sabéis que los malvados no heredaréis el reino de Dios? ¡No os dejéis engañar!" (Corintios 1, 6:9-10) Oh Sehun ha dominado con su seducción y atracción a la humanidad, desatando el deseo en cada ser que alguna vez lo haya contemplado. Co...