Akatharto [Editando]

Capítulo XXII

Obligó al pelirrojo a sentarse en el sofá, apenas entraron a casa, sintiendo la piel arder por la rabia, confundiendo las emociones bajo el efecto del alcohol; quitó la mano que Baekhyun tenía sobre su hombro cuando se acercó al de labios acorazonados.
-¿Qué crees que haces con él?
-No tengo por qué responderte eso, Jongin es solo un amigo.
-No me mientas en la cara, Kyungsoo, él no es lo que crees, así que sea lo que sea que tengas con él, acábalo ahora.
-Creo que deberíamos hablar esto, mañana.
-Baekhyun, no te metas. -espetó el pelirrojo mientras se ponía de pie, buscando encarar al de cabellos rubios, alzando el mentón y fijando la mirada, embadurnado de ira. -Si eres mi amigo como dices, aceptarás cada decisión que yo elija, tal como lo hago contigo.

Agarró el brazo de Kyungsoo con fuerza, viéndolo con otros ojos, con la sangre ardiendo de furia y los labios amoratados por la presión, por la necesidad de evitar perder el control.
-¿A qué estás jugando, Kyungsoo? ¿Hace cuánto lo conoces? -bufó al no oír respuesta por parte de su amigo. -¿Sabes quién es, realmente? ¿En qué estabas pensando cuando te liaste con él?
-Luhan, creo que no es...
-¡Cállate, Baekhyun! -volvió su vista al pelirrojo. -¡Respóndeme!
-¡Ya, Luhan! Basta, puedo hacer lo que quiera, me gusta él y ¿qué? ¿Acaso te digo algo por qué estás con Sehun? ¡No!  A pesar de todo, te apoyo y te levanto cada vez que él te deja hecho mierda; si quiero estar con Jongin, es mi problema, no tuyo.

Jaló con fuerza el brazo del pelirrojo cuando intentó zafarse de su agarre, respiró profundo, buscando el control que quería abandonar su cuerpo, miró a Baekhyun mordiendo sus labios al ver el rostro del menor; no importaba si el de labios acorazonados lo odiaba, no importaba nada.
-Jongin y Kai. -sintió la mirada penetrante del menor sobre sí. -Jongin y Kai son la misma persona.
-¿Qué? -rió con sorna. -¿Piensas que voy a creer que... ¡No puedo ser que lleguen a esto! ¿Acaso crees que me tragaré semejante estupidez? -se alejó del mayor, bruscamente.
-Es verdad, Soo, yo...
-No digas nada, Baekhyun. No me causa extrañeza que vayas de secuaz de cualquier persona, de todos modos, siempre haz sido así ¿recuerdas? -sonrió altenero. -Que les entre en la cabeza, sus estupideces no me las creo, y que quede claro que no me alejaré de Jongin. Y yo creyendo que éramos amigos, qué tontería.

Se dejó caer en el sofá sintiendo la caricia sutil de Baekhyun sobre su hombro, lo miró con una sonrisa a secas, jalando la mano del menor hasta tenerlo acorralado en sus brazos mientras algunas lágrimas ajenas mojaban su camisa, todo esto era una mierda y sí, estaba odiando a Kyungsoo por ser una hijo de perra con Baekhyun y, tal vez, por ser tan terco como él.
-Kai y Sehun...
Luhan observó a Baekhyun, suspicaz, la sangre quemándole el cuerpo al escuchar el nombre del hijo de Leviatán junto al de Sehun.
-Suéltalo, Baekhyun.
-¿Qué hay entre ellos? No me refiero a una relación, gege, pero ellos... Ellos no son como nosotros. -sorbió su nariz, hipando debido a los sollozos.

Miró al menor con los nervios a flor de piel, mordió su labio inferior, sintiendo cómo esa pequeña pizca de paz le abandonaba el cuerpo; cerró los ojos por un momento, atormentándose con el recuerdo de la primera vez que vio a Lucifer y la manera en que se enteró de la verdad que lo atacaba día a día, sin importar si sus sentimientos por Sehun eran lo, suficientemente, fuertes como para evitar pensar en eso.
-Demonios... -susurró, aferrando sus brazos al cuerpo ajeno. -Sehun y Kai son demonios.
-¿Qué haz dicho?
-Son demonios... -murmuró ronco, deseando que no fuese real.

¿Qué mierda haz hecho, akatharto?

Alzó la mirada encontrándose con los ojos duros de Lucifer frente a él, un escalofrío recorrió su espalda al verlo y, más aún, cuando sintió que Baekhyun se aferraba a él en busca de calor, su piel estaba fría y tenía los labios amoratados. Negó con fervor mientras cerraba los ojos y rogaba que el demonio se alejara de él.

Estás marcado, Luhan. Tú y los tuyos están marcados.