Akatharto [Editando]

Capítulo VIII

Cerró los ojos evitando mirar el rostro de Sehun, sabía que eso le partiría el corazón, continuó limpiando las mesas que ya habían sido usadas por otros clientes, una mirada se posó sobre él, Chanyeol sonrió cuando Luhan le devolvió la mirada mientras ambos se acercaban al mesón, el más alto pasó su brazo por los hombros del rubio; Sehun mordió con furia sus labios al observar aquella escena, sintiendo la ira recorrer su espinal dorsal, soltó un gruñido cuando Jongin le apretó la mano.
-¿Sucede algo, Sehun?
-No, nada. -cogió el vaso de whisky bebiéndolo de golpe.
-¿Seguro? Te ves molesto.
-Cállate, Kai, me estás haciendo rabiar. -siseó manteniendo la vista fija en Luhan.

Jongin suspiró rodando los ojos, los celos a flor de piel, deseando poder hacer algo para desviar la atención de Sehun de aquel rubio poco agraciado. Guío sus dedos hacia el antebrazo de su amigo, jalándole sútilmente la camisa negra, el castaño se giró hacia él y antes de que pudiese decir algo, Kai estaba devorando sus labios.

Luhan ahogó sus sollozos, últimamente llorar por sí mismo o por Sehun era una costumbre, cerró sus manos en puños sintiendo como el dolor y la represión de sus lágrimas se establecían en su ser, la bilis subió a su garganta mientras veía como Sehun y su compañero se besaban con tanta pasión y deseo. Se alegró de que Chanyeol ya no se encontrara con él. ¿Por qué él, Shì Xūn?

Jadeó al dejar los labios de su amigo, anhelando sentir aún más la lujuria que emanaba Sehun.
-No pienses que esto se volverá a repetir.
-Sehun... Solo una vez más.
-No pensé que me desearás tanto, hombre. -relamió sus labios antes de volver a unir sus labios con los de su amigo.
Un golpe se oyó en todo el local, la poca gente que estaba allí centró su atención en Luhan, bajó la mirada haciendo una reverencia ¿Es que acaso no te puedes controlar?, pensó. Los celos, las envidia tomaron su cuerpo, cogió la carta y se acercó con pasos firmes hasta la mesa de Sehun.

¿Qué haces? ¿Acaso vienes por una escena de celos? Vete, Luhan.

Ignoró las palabras y continúo caminando, su piel se erizó al ver como el acompañante de Shì Xūn delineaba los labios de éste tal como él lo había hecho tantas veces cuando se entregó en cuerpo y alma al de cabellos castaños y rostro afilado.
-¡Luhan!
Giró la cabeza hacia la entrada del lugar por donde venía Baekhyun. Bufó molesto acercándose a su amigo, forzando una sonrisa, los brazos ajenos lo rodearon, dió un respingo cuando éste besó su mejilla.
-¿Está Yeol o ya acabó su turno?
-Está por ahí atendiendo unas mesas, si quieres ve por él.
-Eres el mejor, Lu. -se fue buscando al hombre que lo tenía enamorado.

Mierda, pensó. Sehun ya no estaba ni aquel hombre moreno tampoco, apretó la carta con furia contra su pecho, miró el reloJ en su muñeca aún le quedaban veinte minutos de turno.

Apenas salgas, ve directamente a tu apartamento. Te deseo más que antes, dulzura.

Gimió suavemente sabiendo lo que venía, apesar de que eso lo dañara, estaría nuevamente en los brazos de Sehun como tanto quería, habían pasado solo dos días y lo deseaba tanto más como la primera vez que estuvieron juntos, respiró profundo alejando aquel nudo de placer que comenzaba a crecer en su vientre.

Se lanzó al sofá una vez dentro del apartamento, Kyungsoo se acercó a él tendiéndole una vaso de jugo, se sentó al lado de Luhan haciendo que éste apoyara su cabeza en las piernas foráneas, una vez que hubo dejado el vaso en el piso.
-¿Qué tal haz estado hoy? Te ves realmente agotado. -acarició los cabellos rubios de su amigo.
-He visto a Sehun en el trabajo hoy...

Agradeció haberle contado lo necesario al pelirrojo, la confianza entre ellos era pura, pero no podía contarle lo que Sehun era, aunque él tampoco lo sabía, aún así Kyungsoo jamás lo juzgaría.
-¿Y? ¿Se te ha acercado?
-No, ni siquiera me miró, además andaba con otro hombre. Un hombre demasiado guapo. -murmuró sintiendo como el dolor se establecía en su pecho.
Escucharon el sonido del timbre, Luhan se levantó de golpe, sintiendo como sus manos comenzaban a sudar, miró a Kyungsoo, la pasión que había sentido en el local por Sehun, estaba convirtiéndose en un dolor agonizante.
-Luhan ¿qué te sucede?
-No abrás, por favor. -susurró abrazándose a sí mismo.

Luhan, abre. No me hagas esperar, no ahora.

Kyungsoo se acercó a la puerta, ignorando las súplicas de su amigo, obsevó por la mirilla.
-¿Quién es?
-Sehun, Oh Sehun.
Miró a su compañero de piso, contagiándole el pánico, respiró hondo volviéndose a la mirilla.
-Si vienes por Luhan, te digo que él no está.

Luhan, abre ahora mismo.

El de cabellos rubios se acercó a la puerta con la cabeza gacha, abriéndola bajo la sorpresa de su amigo, observó los zapatos lustrados frente a él, no quería alzar la vista y toparse con la dura y pasional mirada de Sehun, Kyungsoo lo observó de pies a cabeza. Tan fuerte y respetable como se lo habían descrito.
-Así me gusta, Lu. No pensé que demorarías tanto en abrir.
-Shì Xūn...