Capitulo 3

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-Cállate y vuelve a esa p*ta cama, perra.

-Tío, yo no...

-¡Te he dicho que te calles y que vayas, carajo!

Algunas lágrimas comenzaron a acumularse en mis ojos. Yo no quería. No quería terminar acostándome con cualquier persona a la cual  estuviera dispuesta a pagarle a mi tío por permisos y condiciones que yo nunca había aceptado, no era justo. Y no quería perder mi virginidad con el primer viejo verde que pasara por delante de mi tío, solo por el hecho de tener dinero en su bolsillo.

Ethan lo observaba todo desde unos metros más allá, esperando quizás el momento exacto para reaccionar. El también se quedo quieto, dejando de lado la limpieza de cacharros sucios, y moviéndose sigilosamente hacia nosotros, no pestañaba de lo tenso que estaba. Se notaba como sorbía mis penas junto con mis lagrimas, mientras un tipo en la pieza del fondo gritaba "¿Qué esperas preciosa?", provocando una sensación de asco y repugnancia recorriéndome. Miré a Ernest con la cara más humilde que pude encontrar, tratando de expresar todas aquellas sensaciones que solo habían estado reservadas a mi hermano en el último tiempo. Sin embargo no sirvió de nada. Solo un golpe en la cara.

-Te he dicho que vayas, si yo digo que vayas, tu vas, ahora repítelo niña inmunda. Si te digo  que vayas, tu…

-Vas.-Dije completando la frase.

Solo, gire entendiendo que no encontraría piedad en el, ni siquiera  por el hecho de ser un ser humano, no entiendo como las personas pueden ser así, sin siquiera molestarle.

Mientras caminaba rehusada hacia la habitación escuche un fuerte ruido, y rápidamente voltee la cabeza. Ethan lo había golpeado, dejando a Ernest con la cara sangrando y tumbado en el suelo.

-¿Que esperabas?- Dijo como si fuera totalmente obvia su reacción.- Rápido ve por tus cosas. 

Corrí rápidamente por la escalera de madera y tome una mochila, metiendo toda la ropa que usaba dentro, sin siquiera ordenarla. Baje en menos de minutos. 

-Sale por detrás.- Dijo Ethan, le hice caso y corrí a la puerta trasera. Escuchando múltiples gritos y quejidos de dolor a mis espaldas.

Tras la infinita espera Ethan traspaso la puerta. Tomó mi mano, y corrimos sin saber a dónde nos dirigíamos, solo dando vistazos hacia atrás para ver si Ernest aun nos seguía de cerca. Paramos para recuperar un poco el aire cuando al fin lo perdimos de vista, creo que el hecho de que se pase todo el día tomando cerveza por fin tiene un lado bueno. Avanzamos  un poco mas hasta llegar a la esquina y divisar un pequeño motel, escabulléndonos al saltar la muralla del estacionamiento pro suerte, no tenía cámaras .Caminamos hasta una pequeña cabaña con las luces apagadas y nos infiltramos en ella. Ethan  se sentó en el sofá del living mientas yo iba por agua al baño. Llené un plato bajo con agua hervida y la deje encima de la mesa, y sentándome en el brazo del sofá donde se encontraba Ethan. Saque una polera vieja de mi mochila y la unte en el agua, para después pasarla por el rostro ensangrentado de mi hermano mientras se quejaba de dolor. Estaba realmente concentrada en hacer que el dolor fuera el menor posible, esmerada en que el pobre no sufriera mas. Tan ocupada pensando en el que no me había dado cuenta en todo lo que nos habíamos librado en aquellos últimos treinta minutos de nuestras vidas. Por fin nos habíamos desecho del viejo roñoso ese... Por fin todo había acabado.

-¿Qué crees que pasara con el tío Ernest?-Pregunté.

-No lo sé, y no creo que me interese, de ahora en adelante tendrá que aprender a ganarse la vida solito, no aprovechándose de los demás, y menos de nosotros… Y el muy estúpido gritaba: “¡Vuelvan aquí!, yo les di alojo y comida, mal agradecidos”- Dijo el recordando e imitando su tono de voz, ambos nos reímos.

-Viejo ridículo.

-Si que lo es. ¿Cómo se sintie ser libre al fin hermanita?

-No lo se, supongo que es raro limpiar heridas y ver que tu hermano hace caras de dolor.

Silencio. Mirando las muecas que hacia Ethan tratando de no quejarse.

--¿Por qué lo hiciste?- Le pregunté.

-___, no podíamos seguir así. Simplemente esto debía acabar.

-Pero hemos soportado de todo, que importaba tan solo  abuso mas.

Me abrazo y acaricio mi cabello.

-Es diferente, yo... nunca podría haber aprobado algo así. Creo que nadie podría. Además, eres mi enana, y debo cuidarte.- Dijo sonriéndome.-  ¿Qué seria de mi sin ti?

-¿Lo dices tu? Imagina que sería de mi sin ti, pasaste toda tu infancia defendiéndome, recibiendo injustos golpes por mi culpa, siempre cubriéndome.

-No fue así.

-Claro que fue así. ¿Es que no lo recuerdas? Créeme que si pudiera te levantaría una de esas estatuas que miden como tres o cuatro metros. Eres mi héroe.

Colocho una dulce sonrisa en sus labios.

-Buenas noches enana, es hora de dormir. Dijo al acostarse a mi lado y dejar que lo abrace.

-Buenas noches, mejor hermano del mundo.

Lo último que recuerdo antes de dormir fue el dulce beso que deposito en mi frente.

Fin flashback.

The reason. (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora