31 de octubre de 2015. «Parte 2»

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Shawn estaba en la puerta del instituto caminando de un lado a otro. Se parecía tanto a Darcy que me daba escalofríos.

-Ve -susurró Victoria.

-No puedo.

-Harás que Shawn suba al auto a buscarte. Llevas aquí desde las 7pm y ya son las 7:48pm -miró fuera del auto-. El chico está desesperado.

-Estoy nerviosa.

No había tenido el valor de salir del auto, nos habíamos tardado más de lo esperado arreglándonos y ver a Shawn en la entrada del instituto esperándome, me dio dolor de estómago.

-Vamos -sonrió tierna-. Estás hermosa y ya te dije que...

-Que Shawn estaba loco por mí -susurré.

-Y eso es cierto, señorita -dijo el chofer.

Era un hombre con cabello color gris, sus ojos eran realmente azules y su sonrisa era gigante.

-Se lo digo porque así miraba a mi esposa -suspiró.

-¿Miraba? -preguntó mi amiga.

-Murió -dijo sonriendo-. Pero no estamos hablando de mí, ve y abraza a ese chico. No se ha movido de ahí desde que llegamos, debe estar muriendo por verte.

Tomé aire y bajé del auto. Shawn alzó su mirada del suelo y me otorgó una sonrisa de alivio.

Logró observarme completamente al momento que daba la vuelta para encontrarme con él.

Se llevó las manos a la cara y susurró un "No puede ser". Me sonrió y se acercó para darme un abrazo.

-Estás realmente hermosa, no sé cuál era tu miedo -susurró muy cerca de mi oreja.

-Es que, tú estás tan guapo y yo sólo...

-¿Tú qué? -dijo mirándome a los ojos.

-Yo no me siento bonita.

-¿Qué dices? -tomó mis mejillas con delicadeza-. Eres bella, preciosa, hermosa -reímos.

Él tenía esa sonrisa que podía convencer a cualquier persona de hacer la cosa más idiota conocida por la humanidad.

-¿Entramos, querida? -dijo tomándome por la cintura y pegándome a su pecho-. Porque a las 12 de la noche, pequeña Cenicienta, nos iremos.

Fruncí el ceño.

-¿A dónde?

-Es una sorpresa -sonrió.

Su sonrisa me hipnotizó y sonreí con las mejillas sonrojadas. Me acarició una mejilla lentamente y sentí ese cosquilleo por todo el cuerpo.

-Dime.

-Estaremos solos hasta mañana por la tarde.

-Bien, necesito contarte un par de cosas que quizá no sabes sobre mí.

-April... -susurró- no debes hacerlo si no quieres.

-Pero quiero contarte, quiero que sepas acerca de mí para poder saber que aún con toda mi mierda -suspiré-, quieres seguir conmigo.

-April, no importa si tienes una enfermedad que te matará mañana o que hará que enloquezcas y me mates -reí bajito-. Quiero estar contigo, para poder apoyarte cuando las cosas vayan mal o cuando llores porque tu gato...

-Perro -corregí.

-Perro murió en un accidente. Te quiero, April.

-Sé que te sientes culpable por no haber cuidado a Ginger y ahora sientes que debes hacerlo conmigo, pero no tienes que aguantarte mis estupideces solo porque tu hermana ya no está a tu alrededor.

Primavera «Shawn Mendes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora