4 de noviembre de 2015. Parte 2.

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Había pasado una hora luego de hablar con Cameron, me explicó que Shawn y su padre tenían la costumbre de ir a comer hamburguesas y ver una película juntos cada cumpleaños.

Eso me encendió el bombillo y le di las gracias por haberme contado.

Hace una hora, corría por toda la casa guardando la ropa en las mochilas y ahora, bueno, ahora estoy arreglando el cuarto de Karen mientras Shawn se da una ducha.

-Preciosa.

Me sobresalte y me giré a verlo.

-¿Si?

-Te quiero.

-Shawn... -susurré.

Se acercó a mí y beso mis labios.

-¿Nos vamos?

Asentí lentamente con los ojos cerrados. Quería otro beso.

Escuché la risa de Shawn, la cual fue interrumpida cuando chocó sus labios con los míos.

-¿Ahora sí?

Abrí los ojos y lo miré, sus ojos tenían esa tristeza que le caracterizaba. Mi estómago se revolvió y las ganas de llorar se hicieron presentes.

Bajé la mirada sintiendo como mis ojos se llenaban de lágrimas.

Sus brazos me rodearon y yo coloqué los míos alrededor de su cuello.

En un rápido movimiento, logró hacer que mis piernas rodearan sus caderas, lo mire a los ojos y dos lágrimas traviesas salieron de ellos.

-Shawn... -susurre.

Me miro y siguió caminando al auto.

-Eh -dije aún con un tono de voz suave.

Beso mis labios castamente y me dejó sobre el asiento del copiloto al momento de llegar. Me colocó el cinturón de seguridad y dio la vuelta para entrar en el piloto.

Esta era una de las cosas que más me gustaban de él: esa capacidad de cuidar a las personas que quieres cuando estas destruido por dentro me parecía un acto de fortaleza y valentía, mucho más de lo que él demostraba.

Beso mi mano y la dejó sobre la palanca de cambios, de vez en cuando me acariciaba la pierna y me miraba para corroborar que estaba bien.

Un apretón en mi mano me hizo verlo y con un movimiento de cabeza me indicó un lugar.

-¿Aquí fue?

Asintió viendo hacia la carretera y pasando el lugar rápidamente. Su mano abandonó mi pierna para quitarse las lágrimas de los ojos.

Tome su mano nuevamente y le di un apretón fuerte.

Una sonrisa salió de sus labios indicándome que estaba bien.

Esta era otra cosa que me gustaba de nosotros: no hace falta las palabras para comprender cuando uno de nosotros está bien o está mal, basta con un simple gesto o una simple mirada para que alguno de nosotros tome una reacción.

-¿Lo de viajar a Venezuela en navidades sigue en pie?

Lo mire con sorpresa y una sonrisa salió de mis labios.

-Si tú quieres.

-Creo que es hora de conocer a mis suegros, ¿no crees?

Sonreí.

-Tal vez conozcas a Miguel.

Me miro unos segundos y sonrió.

-Me gustaría, también me gustaría hacerte el amor delante de él para que sepa la joya que se perdió. Pero no tengo deseos de que te vuelva a ver desnuda.

-Tú tampoco me has visto desnuda.

-Lo haré, algún día- rió coqueto.

-Abusador.

-Cielo, algo te voy a jurar, y es que cuando hagamos el amor, sientas que es tu primera vez. Te haré olvidar todo lo que ese idiota hizo, y te daré las piezas que te faltan para que vuelvas a ser una chica completa.

-La única pieza que me falta eres tú.

Sonrió y estaciono el auto frente a la casa de la playa. Lo mire unos segundos y me tomo la cara entre sus manos para darme un gran beso.

Definitivamente, su ánimo cambió y me alegra que haya sido por mí.

*

Estábamos acostados viendo a la playa, Shawn había tenido la idea de sacar un sofá para poder recostarnos tranquilamente. El chico estaba recostado en mi regazo y yo le hacía cariños en la cabeza una y otra vez.

-¿Quieres tener hijos?

-Claro que sí, ¿por qué preguntas?

-Pero, ¿quieres tenerlos conmigo?

Lo miré tratando de encontrar un indicio a su pregunta.

-Sí, me gustaría mucho.

-¿Crees en el destino?

-Creo en Dios.

Shawn me miro unos instantes y dos lágrimas salieron de sus ojos.

-Yo no sé si quiera tener hijos, April. No quiero morirme y que ellos sientan este dolor tan horrible.

-Eh -dije limpiando sus lágrimas-, a cada persona le pasan cosas distintas, a mí se me murió mi mamá, pero es algo natural, todos nos morimos, unos más tempranos que otros, pero el final es el mismo. ¿No te gustaría tener un niño que todos los días de diga papá, que te abrace, que diga que eres tu héroe, o en el caso de una niña, qué diga que eres su príncipe?

-Sí, me gustaría mucho.

-Entonces encuentra a esa chica y haz tu familia con ella.

-Ya la encontré, y es la mejor de todas.

*

-¡April! ¡Ven a ver esto!

Shawn corría por toda la casa como un pequeño niño, sonreí al verlo tan feliz.

-Es el mejor regalo que alguien me ha podido dar.

Luego de pasar el mejor día de la historia el día de su cumpleaños, despedirme de mis amigas y la llegada de Karen, todo había mejorado un poco.

¿Quieren saber qué día es hoy?

Hoy es 7 de noviembre de 2015.

Mi regalo había llegado un poco tarde, le pedí a Lucas que hicieran noche de chicos y así me dio tiempo de pasar toda la tarde y noche de ayer para completar su regalo.

Todos saben que la habitación de Shawn era blanca, por todas partes, así que me encargué de pintar sus paredes, fue un poco difícil pero con ayuda de Karen, Juliet y como 30 personas más, lo terminamos a tiempo.

Cada pared tenía un momento, la primera era una foto familiar, la segunda era una con sus amigos, la tercera era él con una guitarra y la cuarta una conmigo.

Fue el regalo más difícil que he hecho en mi vida y creo que no me quedan ganas de hacer más murales o de pintar alguna pared.

Queda claro que contrate a una compañía completa para el diseño y pintura de cada pared, además de pagarles extra por trabajar por la noche.

Pero al final, la sonrisa de Shawn valía todo el esfuerzo y dinero gastado.

Él lo es todo para mí.

-¿Te gustó?

-Me encantó. No sabes cuánto te amo.

Retrocedí un paso.

-Lo digo de corazón, April, te amo. No es la emoción del momento ni porqué estoy feliz, es que te amo de verdad.

Sonreí, pensé que de verdad jamás lo diría.

Me acerqué a él y bese sus labios lentamente.

-Yo también te amo -susurré llorando un poco.

-¿Sabes? Por primera vez en mucho tiempo me siento completo, y todo es gracias a ti.

Besé su frente.

-Lástima que el 8 de abril todo acabará.

Primavera «Shawn Mendes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora