1 de noviembre de 2015.

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Abrí los ojos lentamente y me estiré en la amplia cama de dos plazas. El lado frío a mi lado me confirmaba la ausencia de Shawn.

Caminé hasta el baño y aproveché de arreglarme un poco antes de verlo.

¡Por Dios! Estoy horrible.

Salí del baño luego de cepillarme los dientes, lavarme la cara y amarrarme el cabello nuevamente. Me encontré con Shawn sobre el colchón mirándome con una sonrisa.

-Ven aquí- abrió sus brazos.

Caminé hasta él con una sonrisa y me metí en la cama para luego ser cubierta por su cuerpo.

Estaba boca arriba y Shawn estaba acostado hacia un lado con una mano en mi cintura y otra sostenía su cabeza para lograr verme perfectamente.

-¿Dónde estabas cuando me levanté?

-Los chicos me dijeron que venían en camino, así que bajé a dejarles la llave bajo el tapiz de la entrada y les pedí que nos trajeran el desayuno.

-Pensaste en todo.

-De verdad no quería cocinar.

Sonreí pero la sonrisa no llegó a mis ojos. Shawn me miró y entrelazó nuestras manos.

-¿Qué pasa?

-¿Sigues queriendo tener algo conmigo?

Shawn me miró con una sonrisa hermosa y me apretó un poco la mano.

-Te quise antes, te sigo queriendo ahora y estoy seguro que te querré un tiempo más. Incluso creo que te quiero un poco más desde anoche.

Le sonreí y con mi mano libre acaricie su mejilla. Me miró con ternura y en menos de lo que esperaba sus labios estaban sobre los míos.

Su ritmo era lento y un cosquilleo me recorrió el cuerpo, me acomode entre sus brazos y sonrió entre mis labios, pero no se separó de ellos.

Colocó ambos brazos a cada lado de mi cabeza de manera de que su cuerpo quedara sobre mí completamente.

Mis manos subieron hasta su cuello y lo apreté más contra mí. Una de sus manos bajó hasta el dobladillo de mi camiseta y acarició mi cintura desnuda.

El beso aumento en intensidad y me permití recorrer su espalda con una mano y lo sentí gruñir sobre mis labios.

Unas risas y un carraspeo demasiado alto nos hicieron separarnos. Shawn me cubrió con su cuerpo, sabía que la vergüenza me invadía de la cabeza a los pies.

Sentí como me coloqué roja y tape mi cara con mis manos.

-Podrían haber cerrado la puerta -dijo Robert riendo.

-Aquí está su desayuno, pícaros.

Voy a matar a Victoria.

-Gracias -dijo Shawn aceptándolo.

Sentí como cerraron la puerta a sus espaldas.

-Lo siento mucho, se me fue de las manos.

-No te disculpes, se nos fue de las manos a ambos -susurre hundiendo mis dedos en su cabello.

Me sonrió y beso mis labios castamente.

-Bajemos a comer.

Me tomó en brazos y yo tomé la bolsa con los desayunos. Un montón de par de ojos nos miraron a bajar, las chicas me sonrieron y los chicos silbaron a Shawn, menos uno.

Juliet le dio un codazo a su novio indicándole que lo estaba mirando esperando algo.

Lucas me miró unos segundos y asintió lentamente conteniendo una sonrisa.

Primavera «Shawn Mendes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora