Un día cualquiera 2.

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El dolor de cabeza era insoportable para cuando abrí mis ojos, pero una aspirina y una ducha habían mejorado mucho las cosas.

Me coloqué mis tacones y bajé a desayunar, desde hace 3 años había aprendido a usar tacones y a soportar el dolor de los mismos.

En la cocina estaban las tres personas con las que quería hablar, charlaban y reían, pero al momento en el que entré la atención se concentró en mí.

Lucas se removió nervioso en el taburete y dejó la taza de café sobre la isla.

-Buenos días, hermanita.

-Nada de buenos días, ahora, nosotros cuatro vamos a hablar.

Juliet hizo una mueca y Shawn me colocó una taza de café en frente. Fue mi turno de hacer una mueca y Lucas sonrió.

-Shawn, ya yo no tomo café.

Me miró unos instantes y asintió.

-Bien, ¿quién de los tres me explica?

-Yo puedo hacerlo.

-No. Tú no. No creo ni una palabra de lo que me dices.

-Nunca te he mentido.

-Ah, ¿no? Cuando me dijiste que volverías pronto, ¿no mentias?

-¡No lo hacía!

-6 años no es pronto, Shawn.

-Mamá.

-Papá.

No me había dado cuenta de que mis hijos estaban allí. Me había concentrado tanto en discutir con Shawn que me olvidé de Lucas, Juliet y mis hijos.

-Hola mis amores, buenos días.

-¿Estaban discutiendo? -Claire parpadeo indicando que iba a llorar.

Shawn la miró como si fuera una cosa rara y Nick la cubrió con sus brazos.

-No, princesa, sólo estábamos hablando sobre lo que descubrí ayer.

-Mamá, sé que estás molesta, pero no tienes porque gritarle a papá.

-Papá ha sido un idiota con mamá -dijo Nick.

Reí bajito y besé ambas mejillas.

-Ustedes no tienen por qué preocuparse o hablar sobre eso, es algo de adultos, así que vayan a jugar y déjenme esto a mí.

-Pero... -dijeron al unísono.

-¿Confían en mamá?

-Sí -sonrieron.

-Entonces vayan a jugar, arreglaré esto.

Mis hijos corrieron a la puerta trasera de la casa y vi a Juliet con ese brillo en sus ojos.

Le sonreí y le asentí.

-Tú también serás una increíble madre.

Me miró sorprendida y Lucas giró a verla.

-¿Cómo supiste?

-Tienes ese brillo en los ojos que tenía yo -le sonreí.

-¿Seré papá? -dijo mi hermano al borde de las lágrimas.

Juliet asintió y sonrió entre lágrimas.

-¡Seré papá! Gracias, mi amor, gracias gracias gracias -dijo derramando algunas lágrimas y besandola.

¿Cuál hubiera sido la reacción de Shawn al decirle que sería padre?

Y, por acto reflejo, me giré para verlo. Sus ojos estaban fijos en la escena y una sonrisa triste salió de sus labios.

Primavera «Shawn Mendes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora