4 de noviembre de 2015. Parte 1.

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Aquí estaba yo, sentada en una sala de espera nuevamente.

Shawn había tenido otro de sus ataques en la casa del bosque, Lucas manejó como un loco para poder llegar a tiempo al hospital.

Me había entrado un ataque de pánico y llamé su psiquiatra que, sin dudarlo, me dijo que no dejara que se desmayara.

Así que, aquí estamos, Robert durmiendo sobre Lucas.

Lucas sobre Juliet.

Juliet recostada en una pared.

Mis amigas juntas y los chicos alrededor de ellas.

Cameron estaba a mi lado, junto a Nash, ninguno pudo pegar un ojo en toda la noche.

El sol le dio en la cara a mi hermano y abrió los ojos algo confundido. Removió a Robert y luego se levantó para colocarse a mi lado.

-Hey.

-Lamento esto, deberías estar en casa descansando.

-Estoy bien. Además, no dejaría a mi hermanita sola en esto.

Le sonreí y vi como Isaías caminaba hacia nosotros.

Mis sentidos se pusieron alerta y corrí a su encuentro y los tres chicos no dudaron en seguirme.

-Doctor Isaías -susurré.

Hizo una mueca de disgusto. No estaba segura si quería escuchar lo que venía.

-Lo sentimos mucho, no pudimos hacer nada por él.

El aire me comenzó a faltar, di tres pasos atrás y lloré.

*

Me incorporé de un salto y mire a Shawn dormir tranquilamente a mi lado, el sudor en mi frente me confirmaba que fue una pesadilla de mal gusto.

El reloj marcaba las 5:30am, así que sin hacer mucho ruido, me levanté y camine hasta el baño para darme una ducha y quitarme los restos de aquel horrible encuentro.

Hoy tenía cita con Josh, le comentaría el pequeño incidente con Shawn el domingo y le pediría que hablara con él.

Intenté hablar con él, pero el chico sólo esquivaba mis repetitivas preguntas.

La puerta del baño se abrió y el frío me llegó a pesar de estar debajo del agua caliente de la ducha.

-April, cariño.

-Dime.

-Haré el desayuno, ¿a qué hora se deben ir?

-A las 7am salimos.

-¿Te pasa algo?

Tomé la toalla, me sequé y cubrí mi cuerpo con ella antes de salir.

-El comentario de Shawn está rondando mi cabeza, tengo miedo que haga algo.

-Oh, mi chiquita, ya verás que no pasará nada, él está bien.

-Eso espero -susurré-. Y, ¿cuándo vuelven a Venezuela?

-Mañana sale el vuelo.

Un puchero salió de mis labios y ella sonrió con cariño.

-Nos veremos en navidades, tú quédate tranquila. Todavía te quedan unos años de Victoria.

Reí y con un brazo la atraje a mi cuerpo mojado.

-Me estás mojando, estúpida. Haré el desayuno, vístete que Shawn no puede ver en esas fachas, niña.

-¿Quién dijo que no? Para mí se ve bella.

-Sí, la erección que tienes también es bella -dijo Victoria riendo.

Shawn sonrió y ella pasó por su lado golpeándolo levemente con su cadera al pasar.

-Buenos días -sonrió coqueto.

Por un momento me olvide que sólo una toalla rodeaba mi cuerpo y me acerqué a darle un beso.

Sus manos me atrajeron a él e intentó quitarme la toalla.

-¡Shawn! -rió.

-Iré a bañarme. Te quiero.

Y me dio un beso corto en los labios.

Cada día me gustaba más ese idiota.

*

-Hablaré con él, navidades siempre es duro para él, tal vez si tienen la posibilidad de pasarla lejos de casa cambiaría su manera de pensar.

-¿Hay algo que él le haya dicho?

-En una sesión me dijo que después de Primavera, todo se iría, no entendí muy bien a que se refería, pero Shawn no es de esos que cuenta, con el debes atar los cabos.

-¿Primavera?

-No lo sé, Shawn es extraño, a veces puede estar hablando conmigo de algo y cambia totalmente su ánimo con una palabra. Con lo único que no cambia es cuando hablamos de ti.

-¿De mí?

-Para Shawn eres muy importante, demasiado. Según él, tú eres su ejemplo a seguir.

Mi estómago se revolvió. ¿Yo? ¿por qué?

-Bueno, April, es todo por hoy, si tienes algo que contarme que sea muy urgente, me llamas.

Asentí con mi cabeza y salí del pequeño cubículo con un mal presentimiento.

Caminé hasta casa y eso me llevó más o menos una hora de mi tiempo, una hora para pensar porqué debemos irnos en navidades y como cuidar a Shawn.

Al llegar a casa, todo estaba en silencio, imaginé que las chicas saldrían con sus amoríos, pero ¿y Shawn?

Un pánico recorrió mi cuerpo y subí corriendo las escaleras y abrir la puerta de su habitación.

Vacío.

Entonces escuché sollozos, fuertes y claros y corrí en busca del chico.

La habitación de Karen estaba vuelta un desastre y entonces vi el televisor, pasaban el accidente de auto donde Ginger y su padre habían muerto.

Supuse que era una grabación y que la veía para torturarse un poco.

-Vete -susurró.

-Pero...

-Por favor, mi amor, déjame solo. Estaré bien. Si necesito algo, grito.

Sus ojos cafés me miraban con una cierta soledad. Cerré mis ojos decidiendo la mejor opción. Entonces besé su frente y me tomó la mano, la besó lentamente y luego salí de la habitación.

Sé que yo no había vivido nada con él y que Cameron era el indicado para ayudarme con este tipo de encuentros. El accidente ocurrió en abril, ¿por qué llora ahora?

Decidí llamar a Cameron, era el único que podía ayudarme con todo esto.

-Chiquita.

-Hola, Cam, necesito tu ayuda.

-¿En qué?

-¿Por qué esta fecha es importante para Shawn?

-Porque es su cumpleaños.

Primavera «Shawn Mendes»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora