10. Pasión

922 40 9
                                    

10. Pasión

Pasión. Está dentro de todos nosotros. Durmiendo. Esperando. Y aún sin desearlo, se desata. Abre sus fauces y aúlla.

Esa misma noche, ya Sanji estaba harto de buscar a Zoro por todas partes. Lo único que le quedaba era volver a casa del vampiro y esperarle en ese lugar si es que se dignaba a aparecer.

Nada más cruzar la puerta del apartamento, vio que el peliverde estaba allí, aparentemente, recién salido de la ducha y con solo un pantalón.

-¡Zoro!-corrió a abrazarle con fuerza.

-Oh, hola.

-Estaba muy preocupado.

-No tenía intención de asustarte.

-¿Dónde has estado?.

-Por ahí-dijo restándole importancia al asunto.

-Casi me vuelvo loco-el rubio seguía abrazándolo-desapareciste.

El otro se soltó del agarre-que va, me marché.

-Pero no me dijiste nada, te marchaste.

-Si...no tenía intención de quedarme después de lo que pasó-dijo Zoro mientras se ponía una camisa.

-¿Qué?-el ojiazul no sabía como tomarse aquello.

-Tienes mucho que aprender sobre los hombres, pequeño. Aunque eso lo demostraste anoche.

-¿Qué estás diciendo?-su tono de voz había descendido.

-No hay porque darle importancia ¿vale?. De hecho, no hay ni porque hablar de ello. Olvídalo.

-No te entiendo...¿es culpa mía?¿no estuve bien?

El peliverde rió-estuviste genial, de verdad, eres un profesional.

-¿Cómo puedes decirme eso?-preguntó muy afectado.

-Tranquilo, lo pasamos bien, pero no tiene ninguna importancia.

-¡Para mi si la tiene!-una lágrima furtiva descendía por el ojo visible del rubio.

-¿El qué?, ¿el sonar de campanas?, ¿los fuegos artificiales?, ¿el dulce coro de bellos pájaros?-rió una vez más-vamos Sanji, uno ya tiene experiencia-quiso acariciar el rostro del rubio, pero éste se apartó.

-No me toques.

-Sabía que no lo llevarías bien-empezó a alejarse hacia la salida.

-¡Zoro!-el otro se volteó a mirarle-te quiero.

-Y yo a ti. Te llamaré-añadió antes de salir por la puerta y marcharse.

Nami y Luffy continuaban en el instituto a pesar de las tardías horas. Les había entrado hambre investigando y salieron a los pasillos para abastecerse de alimentos en las máquinas expendedoras.

-Todos los libros dicen lo mismo, no existe ningún arma-el moreno abrió una lata de refresco y se sentó en una mesa-hace falta un ejército.

-No nos vendría mal un ejército-la chica se había decantado por una bolsa de patatas.

-Creo que tengo una idea...shishishi, es una idea....y ahora tengo un plan-de pronto, las luces se apagaron. Quedando casi a oscuras-y ahora tengo miedo.

-¿Qué ocurre?

-Vamos a la biblioteca.

-Nami-escucharon la voz de Zoro-Luffy.

-Zoro.

-Gracias a dios que estás bien ¿has visto a Sanji?-preguntó la pelinaranja.

-Si...¿qué le pasa a la luz?

La eternidad para encontrarte (ZoSan-ZoroxSanji//Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora