24. Cumpleaños

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24. Cumpleaños

-¿Cómo va el camión restaurante?¿Ya está listo?-preguntó Zoro a Sanji en cuanto el rubio cruzó la puerta al caer la tarde.

-Ya falta poco. El interior está completo y Usopp dice que en un par de días podremos abrir las puertas de nuestro restaurante con ruedas-comentó como si canturreara de la felicidad. Zoro le hizo una seña para que se sentara a su lado en el sofá. -Creo que cuando sirva el primer plato me echaré a llorar como un bebé de la emoción.

-Ojalá pudiera ser tu primer cliente. Probaría encantado todo lo de tu menú.

-¿Sabes que eso ha sonado con doble sentido?-comentó Sanji pícaro.

-Puede que lo hiciera a propósito- Zoro se inclinó hacia él y le besó en los labios. Sanji se dejó llevar, introduciendo su lengua en la boca del peliverde y rozando con ella los afilados colmillos. Soltando un leve gemido cuando el vampiro se recostó sobre él y se posicionó cómodamente entre sus piernas.

-Deberíais parar-comentó Luffy de pronto. Alguien carraspeó secundando la moción. Y cuando Sanji y Zoro alzaron la vista, allí estaban Nami, Vivi, Robin, Brook, Ace y Luffy parados en la entrada del salón. Nami, Vivi, Brook y Robin llevaban festivos gorritos de papel mientras que Luffy y Ace sujetaban un pastel de tamaño considerable.

-Cumpleaños feliz...y bueno, ya sabes lo que sigue-dijo Ace incómodo.

-Felicidades, Sanji-dijo Nami haciendo sonar un matasuegras. El rubio y Zoro se incorporaron con cara de circunstancias.

-Tío, sabías que íbamos a darle la sorpresa. Haberte cortado un poco-comentó Ace a Zoro en cuanto ambos se pusieron en pie y Sanji se acercó a apagar las velas de un soplo. -Llegamos a aparecer más tarde y nos encontramos con una película X en directo.

-No iba a quitarle la ropa. Cállate de una vez-dijo Zoro en un apuro.

-Muchas gracias a todos-comentó Sanji conmovido. Su último cumpleaños ni lo había celebrado y apenas recordaba que cumplía años ese día. Por fortuna tenía a sus amigos para recordárselo.

Todos le abrazaron y le transmitieron sus buenos deseos, además de traerle varios regalos de diferentes tamaños y envoltorios.

-Vaya, no sé qué hacer primero. Si comer tarta o abrir regalos-dijo abrumado, de pie en medio del salón. Debatiéndose entre coger el regalo que le ofrecía Brook o tomar el plato con un pedazo de tarta que le brindaba Robin.

-Me gustaría que abrieras mí regalo. Estoy seguro de que te encantará, Bizcochito- apremió el demonio. Sanji se decantó por su ofrecimiento y tomó la caja entre sus manos. Comenzó a abrirla ilusionado, como si fuera un niño el día de navidad, pero algo le obligó a detenerse de repente.

-Coge el regalo...-musitó tenso y con los ojos muy abiertos.

-¿Has cambiado de opinión?-comentó Brook entre risas.

-Coge el regalo...-cuando el demonio se lo arrebató de las manos al darse cuenta de lo que iba a ocurrir, Sanji sintió el intenso dolor de cabeza acompañado de la visión de turno. Se trataba de una chica a la que podía ver con nitidez siendo atacada por un demonio pringoso de aspecto desagradable que parecía salir de un huevo recién eclosionado. También pudo ver el número junto a su puerta y el nombre de la calle.

Lo que ninguno de los presentes se esperaba, es que el cuerpo de Sanji fuera impulsado hacia atrás, dando fuertemente de bruces contra la pared y cayendo al suelo.

-¡Sanji!-fue el grito generalizado de todos que sin dudar se acercaron a auxiliarle.

-Estoy bien, chicos...-dijo el rubio recuperándose y poniéndose en pie. -No ha sido nada. Sólo estoy...-cuando miró hacia donde estaban los demás, se dio cuenta de que todos rodeaban su propio cuerpo inerte sobre el suelo. -¿Estoy muerto?

La eternidad para encontrarte (ZoSan-ZoroxSanji//Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora