Durante una prolongada procesión fúnebre, el niño agarró acalorada carrera contra su padre, quien no pudo darle alcance.
Con la agilidad propia de la triste juventud, trepó en lo más alto de una tumba y le gritó:
— Mira padre, mi casa será mucho más grande de la que tengo ahora y tendré una habitación junto a la abuela como antes.
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Los frutos del tiempo. Relatos cortos
Historia CortaEl tiempo fluye constantemente y con el van creciendo los frutos de lo que he sembrado. Esta colección de relatos es solo una pequeña cosecha de aquellas cosas que he aprendido y seguiré aprendiendo, una búsqueda por algo inalcanzable pero que di...